Aquellos que tienen el dudoso privilegio de conocerme desde tiempos inmemoriales, y estoy hablando de aquella gloriosa época en la que Madonna publicó el True Blue, recordarán con añoranza como antes de emigrar a Holanda solía cocinar unas tartas de queso Philadelphia increíbles. Eran sin lugar a duda deliciosas y todos pensábamos que serían imbatibles por siempre jamás. Hace poco descubrí los quesos Ricotta y Mascarpone y se me abrieron los cielos ya que nada más probarlos intuí el potencial que tenían para conseguir la tarta de queso perfecta. Tras unos días de investigación conseguí dos recetas que tenían aquellas cosas que yo buscaba y tomando de una y de otra se obró el milagro.
La receta de hoy es obscenamente sabrosa y aunque pueda parecer complicada, no lo es. La preparación se divide en tres partes separadas. Por un lado tenemos los pistachos con los que recubriremos la tarta, por otro la base de galleta y finalmente, el cuerpo de la tarta. El utensilio imprescindible para esta receta es un molde desmontable. Yo he usado uno de veinte centímetros de diámetro y calculo que hasta los veintidós se pueden usar las mismas proporciones. No quiero enrollarme más, así que pasemos a la receta:
Recubrir la tarta:
Ingredientes. Cien gramos de pistachos (sin pelar), 2 cucharadas de miel, 3 cucharadas de azúcar y un poquito de sal.
Implementación. Se pre-calienta el horno a 180º y mientras se pelan los pistachos (o como quiera que se diga en español, básicamente es quitarles la cáscara). Si los conseguís sin sal, tendréis que añadir un poco de sal a la receta. En caso de que ya estén salados, os podéis ahorrar la sal en este paso. Se pone en un bol la miel y se mete diez segundos en el microondas para calentarla y que se vuelva más líquida. Al sacarla se mezcla con el azúcar y se añaden los pistachos. Revuélvelo bien para que los pistachos se empapen bien de la mezcla. Se ponen en la bandeja del horno, la cual previamente habremos cubierto con papel para repostería y procurando que estén separados y se hornean durante diez minutos. Se caramelizarán con la mezcla de miel y azúcar. Dejarlos enfriar y en caso que se hayan pegado, separar. Después meterlos en una bolsa y con el rodillo de amasar o un martillo para carne darles un buen repaso para desmenuzarlos pero procurad que no se conviertan en polvo. Los puedes preparar hasta una semana antes y guardarlos en un tupperware.
Base de la tarta:
Ingredientes. Quince galletas María, dos cucharadas de azúcar y cuatro cucharadas de mantequilla derretida.
Implementación. Precalentar el horno a 180º. Machacar las galletas en un almirez y mezclaras en un bol con el azúcar y la mantequilla derretida. Embadurnar el molde de tarta con mantequilla y poner la mezcla en el fondo. Aplanar con un vaso plano presionando ligeramente para que quede bien prieta. Poner al horno diez minutos y después dejar enfriar completamente. También se puede preparar el día antes para ganar algo de tiempo.
Preparación de la tarta
Ingredientes. Medio kilo de queso Ricotta, medio kilo de queso Mascarpone, 1 taza de azúcar, 4 huevos, 1 cucharada de piel de naranja bien troceada, 1 cucharada de zumo de naranja, 2 cucharaditas de aroma de vainilla y sal. Al servir necesitaremos cuatro cucharadas de miel.
Implementación. En un bol grande se mezclan los quesos con el azúcar. Lo mejor es ayudarse de la minipimer con el accesorio para postres a una velocidad baja. Después añadir los huevos, uno a uno y continuar mezclando. Hacer lo mismo con la piel de naranja, el zumo de naranja y las cucharadas de aroma de vainilla y una pizca de sal. En este momento tenéis una mezcla que tiene una pinta increíble y procedéis a echarla en el molde de tarta. Lo recubrís por fuera con papel de aluminio y lo ponéis en un recipiente mayor al baño María, con agua hirviendo. Se mete en el horno y se cocina durante cuarenta y cinco minutos. Después se abre la puerta y se deja enfriando durante media hora más en la que la tarta se sigue cocinando. Se saca del baño María y se deja que se enfríe completamente. Cuando esté frío se mete el molde en la nevera durante la noche o al menos seis horas.
Al día siguiente, abrir el molde y vuestra tarta saldrá en toda su gloria. La ponéis en la bandeja en la que vais a servirla y se ponen por encima los pistachos troceados procurando cubrir toda la tarta. Haced un poco de presión con la mano para que se fijen bien a la tarta. Si quieres puedes añadir la miel sobre la tarta ahora o en cada porción en el momento de servir (yo prefiero esto último porque así la gente puede elegir si quiere o no miel). Para la miel lo mejor es calentarla ligeramente en el microondas para que se vuelva más líquida. Con diez segundos basta.
Esta tarta aguanta perfectamente el congelado y también la puedes trocear y congelar cada porción. Para ello pones papel de hornear en el congelador y sobre este los trozos de tarta y se dejan unas horas hasta que se congelen y después los guardas en bolsas de congelado.
Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa
6 respuestas a “Tarta de quesos Ricotta y Mascarpone”
Dios!!!!!!!!!!!!!! A mi no se me dan nada los dulces, pero por mi madre santa que esto lo intento este fin de semana con tiempo para pifiarla a gusto, porque me estoy babeando!!!!!
Tomátelo con calma y seguro que te sale. Procura preparar los pistachos y el tostado de la base con anterioridad y así te quitas parte del trabajo. Y espero que tengas una minipimer, porque si no, te van a salir unos músculos en los brazos impresionantes.
Aunque esté mal que yo lo diga, está de morirse de buena.
Pues como yo entonces 😉
Ayer al salir del curro ya fui a localizar ingredientes. Están todos fichados y la maquinaria preparada. No veas la expectación en mi casa por mi nuevo intento de hacer un dulce…
hola. eres una caja de sorpresas. me han gustado mucho tus sugerencias para visitar amsterdan y alrededores, que voy a poner en practica en el mes de abril. y muchas gracias por tus estupendas recetas de cocina. esta tarta no va a tardar mucho tiempo en caer.
Hola. Una pregunta, ¿qué miel utilizas? Se ve delicioso, en verdad. Estoy segura de que será un gran regalo de cumpleaños.
Miel de abeja de la de toda la vida