Me he pegado una hora tratando de descubrir por qué nunca puse un álbum con todas las casas flotantes que vimos, que recuerdo perfectísimamente y al final resultó que esa fue una de las series finales de fotos en aquel alojamiento que tuve y que nos traicionó conocido como fliquer y por eso no hay un álbum de las susodichas. Mirando las fotos allí, descubrí que la que estamos viendo hoy no apareció en la serie, o más bien, la que había en el barco que estamos viendo, que están renovando la keli sobre barco y lo que hicieron fue arrasar con la vieja y ahora, en esta foto espectacular y estremecedora, vemos la estructura de madera que conformará la nueva casa flotante, totalmente hecha en madera. Yo habría ido más a por una de hormigón, como la que asoma a la derecha, que el casco de ese barco debe tener la misma edad y los mismos achaques que el Ancestral. La controlaré para hacerle otra foto cuando la terminen, que por ahora no se ve claramente si van a usar la parte inferior o será solo de una planta. Para la gente a la que le gusta vivir en estas casas, la ubicación es muy importante y en ciudades como Utrecht, hace años que no entra ninguna nueva, en los sitios en los que las han permitido, están siempre las mismas, con lo que cuando se vende una, el que la compra a veces manda construir una nueva, como alguna que vimos en la mentada serie y después reemplaza la vieja, que irá al crematorio de las kelis flotantes, por la nueva. Algo similar a lo que ocurre en zonas consideradas rurales. Un campesino, o un ganadero, no puede hacer nuevas kelis en su terreno, no puede incrementar la cantidad, pero lo que sí puede hacer es pedir el permiso para hacer una nueva desde cero, al lado de la vieja o en otra parte de su finca, construirla y cuando está terminada, derribar la antigua y aquí hay controles exhaustivos para verificar que eso suceda y las multas por retraso son épicas y legendarias. Sé de al menos dos familias que lo hicieron porque me lo contaron los hijos. Con los barcos, el precio de la keli, lo puede determinar la ubicación. Puedes tener una basura de barco pero si estás en el centro de la ciudad de Ámsterdam en un canal de los buenísimos, igual te pagan un millón si la vendes solo para quedarse con la ubicación.
