Distorsiones

  • Inicio
    • Contactar
    • Acerca de
  • Lo imprescindible
    • Visitar Holanda
    • Índice de álbumes de fotos
    • Índice de viajes
    • Recetas de cocina
    • Hembrario
    • El club de las 500
    • Álbum de fotos de bicicletas
    • Álbum de fotos de cervezas
  • Destacados
    • La Arbonaida
    • Comida en fotos
    • Mi herencia
    • uno+cero
    • Visitar Holanda
    • Mis ratos en la cocina
  • Los otros

    25 de septiembre de 2009

    En algún lugar del código genético que nos define como bestias medianamente conscientes alguien encajó unas líneas de código para anular y rechazar lo extraño. Esas mismas líneas nos encauzan hacia aquellos que pasan las pruebas de compatibilidad que de forma inconsciente realizamos. Por eso vemos que los blancos van con los blancos, los negros con los negros, los folloneros gustan de organizarse en grupos, los chichones van a la playa en bandadas y si algún día vas a Vecindario, la capital del reino de Mordor, una ciudad en el sur de Gran Canaria, verás que esas monstruosas vacas amorfas avanzan por el centro comercial en manadas.

    Los prejuicios surgen de ese lugar, de esa pequeña malformación en nuestro código. Miramos a lo diferente con suspicacia y si podemos lo evitamos. Puede ser algo tan sencillo como elegir otro asiento en el autobús porque no te gusta esa chichona con piercings por su boca o ese tipo completamente cubierto en tatuajes. No te dicen nada, no te miran, ni siquiera existes para ellos pero el sistema subconsciente que controla tus movimientos más básicos manda señales de alarma y pasas de largo la fila y te sientas lo más lejos que puedes o directamente te quedas de pie para evitar el contacto.

    Yo también lo hago. Soy consciente de mi tendencia a evitar a la gente que suda y también a las moras estas que van tapadas como cuervos. En mi cabeza, tan pronto como se aproximan, aparece el mensaje «terroristas de mierda». Por suerte nunca he tenido que hablar con ninguna ya que su religión no se lo permite porque no sé como reaccionaría si alguna me dirige la palabra, igual reacciono echándome a correr o directamente me desmayo y al despertarme llamo al número para denunciar terroristas.

    Todo este extraño prólogo es para describir un poco a los Otros, esa gente que se mueve fuera de nuestro círculo de confianza, en la zona de desconfianza. Esta semana ponían un reportaje sobre un restaurante en la ciudad de Hilversum. Era uno al que yo solía ir de cuando en cuando con los colegas y que cerró. Alguien alquiló el local, abrió otro restaurante y no funcionó como esperaba. Desesperado contactó con un chef que tiene un programa en la tele y que se dedica a obrar milagros y arreglar aquello que está abocado al desastre. En este restaurante, además de diseñar un nuevo menú lo que hicieron fue contratar a empleados de una organización muy especial. Escondido en los bosques que rodean la ciudad de Hilversum hay un pequeño poblado en el que viven un montón de personas con deficiencias psíquicas y otros que nacieron sin la suerte que tuvimos otros y por alguna ironía del destino acabaron con etiquetas como subnormal, mongólico, retrasado y demás. En el lugar en el que viven hay un montón de gente que trabaja ayudándolos para que su vida sea lo más normal posible y no pasen por este mundo sin tener que avergonzarse. Recuerdo que cuando era pequeño, en la calle de la Isleta en la que vivía, una familia tenía un hijo subnormal y lo ocultaban en la casa. Lo sacaban de cuando en cuando a la calle, solo entre semana y durante la jornada laboral, en el momento en que la calle estaba vacía. En los veintipico años que viví allí creo que lo vi dos o tres veces, siempre estaba en la casa, encerrado, apartado del mundo por ser una vergüenza para la familia. En Hilversum, en ese lugar en el bosque, viven muchos como él y la organización que se encarga de ellos tiene un local en el pueblo en el que realizan diferentes oficios. Unos aprenden costura, otros cocinan, otros hacen manualidades y junto a ellos hay un montón de voluntarios, gente como tú y como yo que acude allí una o dos veces al mes a pasar unas horas con estos ángeles que siempre tienen una sonrisa en su cara. Son los Otros, nuestra programación interior nos impulsa a rechazarlos, a alejarnos de ellos como de la peste porque quizás eso que los hace distintos es contagioso aunque todos sabemos que no se pega, que no es una infección y que ninguno de ellos eligió ser como es, igual que nosotros no elegimos el color del pelo, nuestra estatura o una buena dentadura.

    Un día de este verano fui a esa organización para que me ayudaran. Tenía tres pantalones que quería ajustar y una de mis amigas me dijo que ellos lo pueden hacer. Por supuesto tuve que luchar contra todas esas alarmas que se disparan cuando los ves cerca. Pasé por el lugar temprano, nada más abrir y todos estaban sentados en una mesa enorme desayunando. Había un gran bullicio y cuando me vieron se quedaron callados, mirándome. Un montón de ojos y de caras sonriendo me observaban con atención mientras yo chapurreaba mi holandés. Dejé los pantalones allí y unos días más tarde pasé a recogerlos. Además de un trabajo excelente, el precio que me cobraron fue irrisorio. Por ocho euros me arreglaron tres pantalones e hicieron un trabajo de primera.

    Otro de los grupos de chicos, el que aprende a cocinar es el que ha proporcionado empleados para el restaurante en Hilversum. En el programa se ve como los chicos preparan los platos en la cocina y como otros se encargan de atender a los clientes del local. Al principio algunos de los clientes se muestran nerviosos o suspicaces. No quieres que esta gente te atienda o prepare tu comida, das por sentado que no lo harán bien, que la calidad no será la apropiada y no es cierto, el restaurante es ahora un éxito increíble y los platos que cocinan son espectaculares. Ellos que han nacido con un montón de elementos en su contra nos recuerdan que si procuramos no ser tan intolerantes y los aceptamos, se pueden integrar entre nosotros y vivir sus vidas, trabajar como cualquier hijo de vecino y ganar un salario digno.

    Para nosotros debería ser un privilegio el poder tratar con esta gente, dejar que nos abracen, que nos sonrían y que nos muestren su cariño. Algo tan sencillo como esto les alegra el día y si nosotros no fuéramos tan hipócritas reconoceríamos que también puede alegrar el nuestro. Los Otros, esos que no son iguales a ti no tienen porqué ser malos o peligrosos, simplemente son distintos.

  • Escaleras del metro en el club de las 500

    25 de septiembre de 2009
    Escaleras del metro

    Escaleras del metro, originally uploaded by sulaco_rm.

    Una de las cosas que más me llamó la atención de la ciudad de Praga fue el metro, con unas estaciones espectaculares heredadas de la época comunista. En una de las escaleras de acceso no pude resistirme e hice la foto de hoy, que vimos por primera vez en la anotación Escaleras del metro en agosto del año 2005 y a la que hoy le damos la bienvenida al Club de las 500. Curiosamente, la semana que viene volveré a visitar la ciudad.

  • Ouwe Daen

    24 de septiembre de 2009
    Ouwe Daen

    Ouwe Daen, originally uploaded by sulaco_rm.

    Uno de los grandes placeres del otoño es el pasar la tarde en el Oudaen, el mejor pub de la ciudad de Utrecht y un edificio que lleva mirando hacia el Oudegracht desde hace varios siglos. En su interior se pueden tomar dos cervezas que se preparan allí, en su sótano y que no se sirven en ningún otro lugar del mundo. Se trata de la Ouwe Daen y la Jonge Daen, la vieja y la joven Daen, dos cervezas blancas increíbles. No hay nada como paladear una de estas delicias mientras participas en una buena conversación y a tu alrededor las velas que iluminan el local fabrican sombras y luces que corretean por las paredes y el techo. No hay visita completa a la ciudad de Utrecht si no entras a tomar una cerveza al Oudaen, en el corazón de la ciudad y en verano además con una terraza a pie del agua en la que la cerveza aún sabe mejor.

    Suelo pasar por allí al menos una vez al mes, siempre acompañado de amigos, siempre aprovechando para cenar, quizás unos mejillones a la holandesa o alguna de las otras delicias que salen de su cocina. En el Oudaen me siento en casa, es el primer lugar que me viene a la cabeza si alguien visita mi ciudad y quiere que ejerza de guía turístico. Ahora que estamos en otoño se convierte en mi segunda casa, el lugar en el que es más que probable que me encontréis si voy al centro de la ciudad.

  • Catedral de Las Palmas en el club de las 500

    24 de septiembre de 2009
    Catedral de Las Palmas

    Catedral de Las Palmas, originally uploaded by sulaco_rm.

    La Catedral de Canarias y Real Santuario-Basílica de Santa Ana o Catedral de las Palmas de Gran Canaria es el elemento sobre el que se articula el casco antiguo de la ciudad. Se comenzó a construir en el 1500 y ahí siguen, sin acabar aquello que planearon. Siempre que paso por allí la veo cerrada así que no han sido muchas las oportunidades para colarme y visitar el interior. Vimos esta foto de la Catedral de Las Palmas por primera vez en agosto del año 2006 y hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.

←Página anterior
1 … 2.741 2.742 2.743 2.744 2.745 … 3.630
Página siguiente→
  • huitten en Día 9 – Dhandi Giri 2Los colores son maravillosos. Y vaya vel…
  • doverinto en Volviendo a mi keli con cumbre de la OtanJojojo, el tío tol rato parriba y pabajo…
  • huitten en Volviendo a mi keli con cumbre de la OtanSi algún día cuentas que has tenido que …
  • Genin en Volviendo a mi keli con cumbre de la OtanSin video no es tan placentero el vuelo,…
  • doverinto en M3GAN 2.0Hablaba de Róterdam donde he mandado a m…
  • sulaco en M3GAN 2.0En donde está mi casa, 31 grados ayer, s…
  • huitten en Día 9 – Dhandi Giri 1Cada vez que veo estos vídeos, me da por…
  • Genin en Día 9 – Dhandi Giri 1Te la pasas viendo morenas, a ver si ves…

Únete a otros 15 suscriptores
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
  • YO NUNCA – Fui ninguneado
    12/06/2023
  • YO NUNCA – Jiñé a oscuras
    22/05/2023
  • YO NUNCA – Hablé meando
    01/05/2023
  • YO NUNCA – Viví la transición
    10/04/2023
  • YO NUNCA – Conté un secreto de algún colega
    20/03/2023
This website uses cookies
Esta página web usa cookies para recordar tu nombre si comentas. Asumimos que no te importa pero si te molesta, puedes elegir quedar fuera.Aceptar Rechazar Leer más
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR