El cine veraniego es ligero y alegre, lleno de películas que no requieren una gran atención y que se consumen rápidamente y sin esfuerzo. Si vas con esta idea y estás dispuesto a dar por sentadas un montón de cosas que sabes que no pueden ser ciertas, es más que probable que te diviertas pero si no tienes capacidad para volver a ser un chiquillo y analizas críticamente las historias que te cuentan, entonces te llevarás un buen palo. El último producto de entretenimiento que he visto se llama G.I. Joe: The Rise of Cobra y en España se ha estrenado como G.I. Joe.
Un grupo de julays lucha contra el eje del mal y como siempre, acaban salvando al mundo, al universo y a todo lo que hay más allá
Un fabricante de armas que tiene pinta de ser una mala persona y que al parecer nadie ha notado que está loco de remate ha construido cuatro cabezas de misiles con una tecnología facinerosa que puede acabar con el enemigo en un pís-pás. Por supuesto los americanos se la compran y cuando las están trasladando son atacados y allí se monta la marimorena. a partir de aquí la historia se espesa un poco pero viene a ser lo de siempre, malo quiere dominar el mundo, malo es malísimo, malo tiene algún tipo de tara y el malo se rodea de super-tecnología para que los buenos sufran mucho y tengan que esforzarse más y más para vencerlo.
La historia no tiene ciencia alguna. Había que enganchar escena de acción con escena de acción y poner de cuando en cuando una broma, un arremuco, un rosquillo sin lengua y eso es lo que hacen, con los buenos perfectos y de cuerpos danone y los malos decrépitos y un tanto repulsivos salvo por una chocha interpretada por Sienna Miller
Esto es cine de palomitas y amigotes, para matar la tarde sin darle más importancia y en ese sentido la película cumple con todo lo que promete. Por lo demás, tu vida continuará igual de feliz si decides pasar de ella, no te habrás perdido un clásico de ningún tipo.
