Una de las cosas que han marcado la historia de esta bitácora a lo largo de todos los años que lleva en activo es la saga de Harry Potter. Si buscáis en sus entrañas veréis que he hablado de casi todos los libros y películas. Yo soy un fan de este saga y no me importa reconocerlo. Todos y cada uno de los libros me han dado incontables horas de diversión y aventura. Lo mismo ha sucedido con las películas, las cuales tiendo a ver múltiples veces. Desde que vi la película de la que voy a hablar hoy el pasado martes han caído otros dos visionados. Tanto ayer como hoy fui al cine a verla de nuevo. La sexta película se llama Harry Potter and the Half-Blood Prince y en España la conocéis como Harry Potter y el misterio del príncipe.
¡Viva la madre que parió al julay del Elegido! o como diría el Google Translator: Here’s the mother who gave birth to the Chosen julay!
Estamos en el sexto año de la educación mágica de Harry Potter. Atrás queda la inocencia y los buenos ratos. Lord Voldemort vuelve a caminar entre nosotros y todos podemos sentir que el final se acerca. Hogwarts, el colegio en el que nuestros héroes han pasado tan buenos ratos ya no es tan seguro y se ha tenido que rodear de un montón de medidas de seguridad. En su interior, Harry trata de desenmascarar a Draco Malfoy mientras sus amigos no lo terminan de creer y el viejo Dumbledore se marcha muy a menudo buscando algo que no quiere decir. Harry tendrá que ganarse la confianza del nuevo profesor de Pociones para que este le pase una información que Dumbledore considera crítica. Entre medias, las hormonas de Harry, Hermione y Ron están disparadas y como los otros adolescentes del colegio, pierden el tiempo en fabulaciones amorosas buscando ponerle la pierna encima a aquellos a los que aman y sufren cuando no lo consiguen. Hacia el final de esta película, la oscuridad se adueña del universo y la tragedia se descontrola. Ya nada será igual, todos se despedirán de la inocencia.
Para cuando se estrene la última película habremos pasado toda una década de nuestra vida yendo al cine a disfrutar con las historias de Harry Potter. Ya casi estamos al final y aún seguimos pasándolo tan bien como al principio aunque ahora las películas ya no son tan infantiles. Si has leído el libro y visto la película notarás las graves ausencias y los terribles sacrificios que se hicieron en la interpretación cinematográfica. Personalmente creo que el director ha hecho un trabajo excelente y entre todo el material que tenía, se ha quedado con una parte significativa. La única forma de ser fieles a los libros sería haciendo una serie que seguramente tendría decenas de capítulos así que si de lo que se trata es de condensar un libro perfecto en dos horas y media, lo han logrado. La película arranca con una escena increíble en el centro de Londres y hasta que no han pasado varios minutos no nos deja respirar. Hay varios momentos de acción repartidos a lo largo de toda la película y pese a que suprimieron una batalla que aparece al final del libro y que habría quedado fantástica, han logrado que el tiempo pase volando y que la historia no se nos haga para nada larga. Ayuda mucho que tanto Harry como Hermione y Ron han madurado y han mejorado sus dotes interpretativas. Los tres realizan un trabajo fantástico y los distintos secundarios que los rodean también ayudan. Merece la pena destacar a Tom Felton, el actor que interpreta a Draco Malfoy y que según la saga se va volviendo más oscura, él va retorciendo su personaje más y más y vemos en pantalla su sufrimiento por un destino del que seguramente se arrepiente. Conviene también resaltar que la película acaba con una perturbación en el universo de Hogwarts que arranca las lágrimas de los espectadores y nos prepara para lo que está por venir. Habiendo leído el libro de nuevo la semana pasada sentía una gran curiosidad por saber como iban a plasmar algo que al leerlo uno siente muy íntimamente y creo que de todas las formas en las que lo podían haber hecho, han elegido una muy efectiva, totalmente distinta de la literaria pero igual de eficaz. Hay un momento, en los minutos finales, con todo el colegio reunido que pone el vello de punta.
Esta es una historia de Harry Potter. Si hasta ahora no has visto ninguna, es más que probable que deberías seguir pasando de la serie y si las has ido viendo todas, esta te gustará incluso más que las anteriores ya que pese al tiempo y las películas que hemos visto, esta saga aún tiene cuerda y parece seguir mejorando con el tiempo.