En la zona céntrica de la ciudad hay una enorme parcela con los restos arqueológicos del Foro Romano de la ciudad. Al parecer se lo encontraron de chiripa en 1960, cuando iban a construir en el solar el palacio de justicia y al comenzar las obras encontraron las ruinas. El foro se hizo en el siglo II (palito-palito) y parece que se usó hasta cuatro siglos después y cuando se dejó de usar, como que se fue cubriendo de tierra y morralla y la gente se quiso de olvidar que existía. Veremos varias fotos del lugar y en esta tenemos las ruinas vistas desde la parte sur.
Yo voy por todos lados haciendo fotos de las bicis que me molan y después la miasma, cuando me ven, se acercan a ver por qué me llaman la atención y algunos hasta hacen fotos pensando que debe ser super-hiper-mega especial. Hoy tenemos una bici plegable, supuestamente para llevar contigo en el transporte público, pero al mismo tiempo es una de esas con ruedas gordísimas, de las que aquí llaman bicicletas mórbidas y que a mí me recuerda muchísimo a los comentaristas. Es una bici eléctrica, con un radio de ochenta kilómetros si usas la batería y pesa veinticinco kilos, que no veas los músculos que tienes que desarrollar para arrastrar eso en el tren o en las estaciones que hay escaleras. Las ruedas son gordísimas y pese a ello, el peso máximo que puede cargar la bicicleta es de ciento cincuenta kilos, con lo que yo conozco a varios que si se montan, la revientan. Al parecer hacen muy pocas y fue una suerte que me la topara y en la actualidad están agotadas, pero cuando las tienen, las venden por la módica cantidad de dos mil ciento veinte leuros, que mira que han ajustado el precio. En la foto también se ve la cadena especial que usan para amarrarla a algo y que no te la afanen y que vale la módica cantidad de ciento cuarenta y cinco leuros. Para comparar pesos, mi bicicleta eléctrica, que es enorme, es más ligera que esta cosa y aun así, yo no podría arrastrarla por ahí, con lo que de tener una de estas y querer usarla para el transporte público, lo pasaría fatal, sobre todo en los trenes intercity, como los que uso cuando voy al laburo y en los que hay que subir escalones para entrar.
Como durante un tiempo los terroristas-musulmanes de-mielda ocuparon Tesalónica, lo primerísimo que hicieron fue reconvertir todos los templos en mezquitas y la Rotonda de Galeiro no se escapó a esa suerte. Cuando los echaron de Tesalónica, destruyeron todos y cada uno de los minaretes que aquella chusma y gentuza primos-hermanos de los truscolanes y podemitas habían construido y el único que dejaron, para recordar al populacho que hay que estar al loro para que esa miasma no les vuelva a oKupar la ciudad, fue el de la Rotonda de Galeiro, que aquí vemos de cerca. Tiene una especie de armazón para que la cosa no se escoña y se vaya a tomar por jauer. Todo lo que vemos en la foto fue un añadido al edificio original, que es el que se ve a la izquierda.
Seguimos explorando el pecio del Arona y en esta ocasión, la música es de la canción Take Me Higher de Martha Bean y Jez Burns, una que de siempre me ha gustado y que creo que descubrí en una peli neerlandesa.
Comenzamos mirando el banco de barracudas con el que acabó el vídeo anterior y un banco de bogas, aunque pronto regresamos al pecio y vemos plantas que crecen sobre el barco y miramos en su interior y sorprende por toda la vida que hay por allí, sobre todo algas que adoran el metal de la superficie para crecer. Aunque pueda parecer que entramos, siempre estuvimos por fuera porque el barco ya se está desmoronando. Cerca del segundo minuto pasamos junto a un banco de bogas y seguimos por la cubierta del pecio. En el interior, montones de peces, muchas viejas que seguramente se sienten más seguras ahí que por fuera. No sé si lo he dicho pero esta inmersión formaba parte de mi certificación para bucear en pecios y tenía que hacer complejas operaciones al mismo tiempo que buceaba y grababa el vídeo, que claro, al ser el Elegido, es algo que puedo realizar fácilmente.
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