Siempre que voy a Gran Canaria me inflo a comer papas arrugadas porque son uno de esos platos que en ningún otro lugar saben igual. Son muy sencillas de preparar pero el problema está en conseguir el tipo adecuado de papas. En Holanda las más parecidas son las krieltjes, pero no terminan de conseguir el punto y no se arrugan como las que se venden en las Canarias. Aún así, las cocino de cuando en cuando como aperitivo o para acompañar algún plato de carne ya que resultan muy sencillas de preparar. No voy a entrar en la preparación del mojo picón porque yo lo suelo traer de las Canarias y gracias a mis frecuentes visitas, repongo siempre que se me acaba.
Los ingredientes: papas pequeñas, mucha sal gorda, agua.
La implementacion: Se lavan bien las papas y se limpian para que no tengan tierra pegada. Se ponen en un caldero y se echa un buen puñado de sal gorda. Lo ideal sería usar agua de mar para cocinarlas pero si esto no es posible, no seáis rácanos con la sal gorda.
Se añade agua hasta cubrir las papas. Conviene usar un caldero grande y tener una única capa de papas. Se ponen a fuego fuerte hasta que hierva el agua y después se baja un poco pero que sigan hirviendo. En unos quince o veinte minutos, cuando se haya consumido gran parte del agua, se apaga el fuego, se elimina el agua restante y se tapa el caldero con un paño. Se deja unos minutos para que las papas se arrugan por el calor y la sal.
Se sirven acompañadas de mojo canario.
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