Llegamos al siguiente vídeo de la inmersión en el Manta Point junto a Lankan Finolhu y esto sigue siendo apoteósico. Cualquiera que vea uno de estos vídeos puede creerse que esto es lo normal cuando buceas y les puedo confirmar y les confirmo que conozco infinidad de buceadores que han ido a lugares en los que han visto mantas y son encuentros cortos y los tíos flipan y flipan y dicen que es lo más lindo que han visto en su vida y después les enseño uno de estos vídeos y se echan a llorar porque lo suyo fue patético. Los vídeos de la inmersión están divididos en cuatro partes y esta es la tercera. La música que acompaña este vídeo es la canción Left to My Own Devices de los legendarios Pet Shop Boys.
Arrancamos directamente con una manta parada delante de mí y otras que vienen por arriba, varias de ellas, que en total hay cinco en pantalla, acercándose y volando junto a mí y yo sin moverme, que lo único que hacía era mirar, apuntar con la cámara y respirar. Las cinco mantas forman una línea y van unas detrás de otra, aunque la última se queda en el lugar rezagada inicialmente. Pensé que se iban porque se alejaban y hasta la última lo asumió y se dio la vuelta, pero de repente todas se giraron y volvieron, alguna pasando muy pero que muy cerca de mí y de los peces amarillos, que a esas alturas ya me veían como familia y estaban cerca, ya ni pensaban que yo podía ser una amenaza. Sobre los dos minutos y medio una pasó directamente sobre mí. Las manchitas que tienen en la parte inferior son únicas y es el sistema que usan para identificarlas en algunos países, crean bases de datos con fotos de la parte inferior y así cuando la gente las avista, pueden seguirles la pista. Los peces amarillos se pusieron super-cerca de mí y en un momento determinado son como una pared a mi izquierda. Ya nos estábamos moviendo porque se nos acababa el tiempo a esa profundidad y estábamos por marcharnos, pero como aquello seguía y seguía, nos daba pereza.