Sucede en muy pocas ocasiones que llego a una película acabando de escuchar el audiobook (o de leer el libro) y eso es lo que me ha pasado esta vez, en el tren que me llevaba al cine terminé el relato del primer tomo de una trilogía fantástica que seguiré escuchando inmediatamente. La primera parte se llama The Golden Compass o La brújula dorada que es la traducción del título al español.
Una julay con garrapata enorme en el cuello se va de juerga con un atajo de gitanos
Lo más injusto que le puede pasar a una película es que la comparen con el libro en el que se basa. Muy pocas soportan esta comparación porque siempre el libro es más rico, más denso, más preciso y además cada uno de los lectores se imagina el mundo en el que entra a través de las letras de una forma distinta. Si además se trata de una obra que no tiene un gran difusión y que pese a su éxito, es desconocida por la mayor parte de los neardentales que frecuentan las salas de cine, hay que ser aún más cuidadoso para no acabar creando un fiasco. Por desgracia la gente que decidió adaptar la novela de Philip Pullman han fracasado tanto con ese grupo de personas que podría sentir alguna curiosidad hacia la historia como con los que ya conocían este universo y que saldrán del cine cabreados por la salvajada que se le ha hecho a la novela. Si encima el trailer de la película es una basura en la que lo más que se recalca es que ha sido creada por los mismos que hicieron el bodrio del Señor de los Retardillos y poco menos que nos dan a entender que volvemos a las tierras iMedias para caminar otras veinte horas y tirar un puto anillo a la basura, la cosa se pone más oscura.
Da igual que haya dinero a destajo para gastar en efectos especiales cuando lo primordial, que es el guión, ha sido cortado y recortado tantas veces que lo que queda es un galimatías sin sentido. Nos presentan un mundo parecido pero no igual al nuestro, un lugar a priori interesante pero después de unos minutos se les va el santo al cielo y comienzan a desbarrar sin freno, con una niña que no da el tipo y que definitivamente no está a la altura de la chiquilla que aparece en el libro, unos gitanos que parecen sacados de la trilogía de Piratas del Caribe y a los que se les presume gitanos por la línea negra de los ojos y el exceso de maquillaje rojizo, una bruja que parece un zorrón heroinómano y unos buenos/malos que en lugar de actuar recitan sus papeles sin pena ni gloria. Casi que lo mejor son los animales creados por ordenador porque al menos estos fueron el fruto de una gente que ama su trabajo y procura hacerlo lo mejor posible.
Cuando ya íbamos por la mitad de la historia, la gente salía para ir al baño, para comprar más comida o por andar un poco y no caer dormida. Los seguidores del libro se revolvían en sus asientos con la licencia para asesinar la novela del director y los otros recibían oleada tras oleada de información sin tener capacidad para procesarla. Aquellos que osaron llevar chiquillos al cine veían como se les revolvían y se alteraban de puro tedio y así llegamos a un final que da lástima y que posiblemente haya conseguido asesinar la trilogía y convertirla en su versión cinematográfica en una única y solitaria película.
No la puedo recomendar a menos que seas un fan a muerte del cine de fantasía y tengas un estómago lo suficientemente curtido como para tragarte cualquier cosa.