No se puede decir mucho sobre los dos de la foto de hoy. Está casi comprobado que tienen una ligerísima pérdida de aceite y que como los dejes sueltos en un seminario o en un cuartel, se hacen el recinto al completo en menos que canta la Jurado. Se lo pasaron bomba de esa guisa, montando espectáculo, que es al final de lo que se trataba.
Hay más información sobre Amsterdam en la anotación Guía para el turismo en Amsterdam y Holanda y también puedes ver el Álbum de fotos de Amsterdam
A veces uno llega a una película de rebote, porque todos los planes fallan y no queda otra alternativa. Esto es lo que me pasó con 4: Rise of the Silver Surfer, conocida en España como Los cuatro fantásticos y Silver Surfer. En principio queríamos ver otra película aunque no llegamos a tiempo al cine por culpa de una tormenta de verano y algo de retraso acumulado en el restaurante en el que cenamos. Esta era nuestra tercera opción.
Una banda de julays aprende a bailar la bamba
Hace un par de años hablábamos de Los cuatro fantásticos y ya demostraba poco interés por esta saga. La continuación no mejora en absoluto lo visto anteriormente y en muchos aspectos lo empeora. Vuelve a fallar el guión, vuelven a sobrar minutos interminables en los que movían las bocas y articulaban palabras aunque de la unión de las mismas no salía nada coherente y de nuevo el mejor de los protagonistas es Chris Evans haciendo de Hombre Antorcha y por supuesto Jessica Alba que no actúa pero adorna la pantalla con su presencia y al fin y al cabo eso cuenta casi tanto como si fuera capaz de actuar.
En algún momento de los primeros cinco minutos de película pensé que era una mierda del copón, que había sido un tremendo error y que no la conseguirían salvar de ninguna manera pero más tarde lograron lo imposible y remontaron un poco y aunque a trancas y barrancas pude permanecer disfrutando del aire acondicionado del cine hasta el final. Los efectos especiales son aceptables y el Antorcha sigue gastando bromas que ayudan a pasar el tiempo. El peor con gran diferencia es Mister Fantástico, que no solo no ha mejorado como actor en estos dos años sino que ha empeorado ostensiblemente. Carece de movilidad facial y lo mismo ponen una foto suya y seguiríamos sin notar la diferencia. Además le ha pasado algo a su pelo y ahora da asco, un repeluz horroroso.
Hacia el final tenemos la gran escena en la que como siempre salvan el mundo sin que se les cambe la peluca ni se les ensucie la ropa y uno aprovecha mientras esto sucede para mirar la hora y pensar en las cosas que tienes que hacer al día siguiente ya que no te estás perdiendo nada. Creo que para mí han tocado fondo, ya no veré ninguna otra secuela que puedan realizar porque he tenido bastante.
Si te gusta el aire acondicionado y no te lo puedes permitir en tu casa, esta es una buena película para pasar un par de horas al fresco. Si lo que quieres es ver cine, mántente lejos de las salas en las que la ponen.
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Si me dicen que en una cabalgata de gays a través de un canal de Amsterdam te vas a encontrar a una tía haciendo la danza del palo montada en una barca no me lo creería. Por eso tenemos foto, para demostrarlo. Este era otra de las muchísimas carrozas que estaban allí para sacar tajada del impacto publicitario y declararse como «Gay Friendly«. Estuvieron presentes casi todos los bancos holandeses, la compañía de correos y un montón de empresas más que saben aprovechar el tirón de algo que congrega a cientos de miles de personas y que tendrá gran proyección en la caja tonta que todo el mundo tiene en su salón.
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Una de las señas características del Amsterdam Gay Parade es la adoración sin límites que todo el mundo le profesa a la música de la Motown y a la música disco de finales de los setenta y de la década de los ochenta. El tiempo no parece pasar para esos grandes éxitos que todo el mundo se sabe de carrerilla y que se corean incansablemente. La música de los noventa carece de ese gancho para transformar un éxito en un clásico y mejor no hablemos de la música de esta década.
Cuando ves venir el barco y comienzas a escuchar la música no puedes evitar que se te agite un pie, luego el otro y así hasta que pierdes el control por completo.
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