Distorsiones

  • Inicio
    • Contactar
    • Acerca de
  • Lo imprescindible
    • Visitar Holanda
    • Índice de álbumes de fotos
    • Índice de viajes
    • Recetas de cocina
    • Hembrario
    • El club de las 500
    • Álbum de fotos de bicicletas
    • Álbum de fotos de cervezas
  • Destacados
    • La Arbonaida
    • Comida en fotos
    • Mi herencia
    • uno+cero
    • Visitar Holanda
    • Mis ratos en la cocina
  • Añoranza vecinal

    20 de enero de 2006

    Esto de vivir en una casa de hormigón ha supuesto un trauma del que recién ahora comienzo a recuperarme. Vivir cinco años en una casa de madera te abre todo un mundo de sensaciones. Yo antes compartía las jiñadas con mis vecinos, cuyo baño lindaba con el mío y nos permitía la orinación sincronizada, el compartir momentos roca con pujidos en estéreo y similares.

    Al principio creí que me estaba volviendo majareta y que al igual que el chiquillo del Sexto SinSentido yo también escuchaba a los muertos. Dadas mis limitaciones cerebrales tardé un tiempo en darme cuenta que no me estaban hablando desde el más allá sino que más allá de aquella pared contrachapada había una pareja reventando el colchón y aquellos gritos e invocaciones no eran de algún arrendado que había muerto en aquel lugar. La verdad que me tranquilizó saber que la pareja que vivía en la casa de al lado follaba a todas horas y a ella le gustaba radiarlo para que la audiencia del vecindario pudiera compartir su gozo y su dicha. Desde entonces no volví a mirarlos de la misma manera. Hubo un verano que unos amigos vinieron a visitarme y después de un par de días me confesaron que a las tres de la mañana se ponían más calientes que las termas romanas porque en la casa de al lado hacían guarrerías serxuales a toco y mocho. Se convirtió en un clásico el juntar un grupo de amigos y montarnos un festival de SexoVisión en el que un jurado de procedencia internacional procedía a votar una vez se completaba la cópula o para que mis amigos de Telde y de la Isleta lo puedan seguir, una vez acababan de follar.

    Esa intensas experiencias auditivas se complementaban con las casas de los grandes hermanos que tenía enfrente. Yo me pasaba las horas bobas allí mirando a los vecinos sin cortinas hacer su vida al aire libre. Eran cuatro apartamentos. En uno vivía un colega que se sentaba a ver la tele y solo sacaba el dedo de la nariz para amasar la pelotilla y jincársela. Este hombre tenía una dieta de lo más completa. Debajo de su casa había un estudiante que los viernes volvía de la disco y se la cascaba en el salón frente a la tele. Terminó por poner cortinas porque la china y su familia lo tenían fichado. Si el de arriba se comía los mocos, el de abajo se tragaba otra cosa y esto juro por los sostenes de Pamela Anderson que es verídico. Le podéis preguntar a alguna gente que pudo ver el chou. En el edificio de al lado vivía una pareja rara. ?l veía continuamente fútbol y ella fumaba desinteresada. Casi nunca los vi hablar. Imagino que dentro de unas décadas se darán cuenta de que en realidad se odiaban a muerte y tratarán de rehacer sus vidas. Ella de vez en cuando salía en tetas al cuarto de la tele y desde mi casa le hacíamos la ola. Se marcharon tres meses antes que yo y su apartamento lo ocupó una chica que se sentaba en la ventana a fumar, con los pies por fuera de la casa. Las mujeres que fuman ya son poco femeninas porque ese vicio afea los gestos y las enmachorra, algo que siempre hemos comentado entre colegas. La tipa esta era como un jugador de baloncesto de grande. Pedazo de tía. Finalmente en el otro apartamento de ese edificio hubo primero una familia irlandesa con dos niños pequeños. Tenían el espejo del dormitorio junto a la ventana y era raro el día que ella no me obsequiaba con un frontal. Como además vivían una planta más abajo, la visión era nítida. Su casa era de dos plantas y en la inferior tenían el cuarto de la tele. Los viernes, más o menos a la hora en la que su vecino de la casa de al lado tocaba la zambomba y se preparaba el tentempié, ellos ponían un saco de dormir en el suelo y ejecutaban esos ritos tribales que la iglesia está empeñada en restringir a la procreación. El turco es un incrédulo y pensaba que yo desbarraba hasta que vino un día a mi casa a cenar. Terminé tirándole un cubo de agua con hielo porque el hombre estaba que se le salían los ojos de las órbitas e incluso de las galaxias. Todos los viernes quería venir a mi casa para ver el espectáculo aquel.

    Así que yo vivía en un cuchitril de treinta metros cuadrados de madera, un edificio precioso y en el que no hacía falta tele porque el entretenimiento estaba garantizado por todos lados. Eso es lo que más añoro de Hilversum. Ahora en mi búnker no hay ruidos y alrededor solo viven parejas de ancianos. La vecina más apetitosa tiene cincuenta años y sus pezones los lleva a la altura del cinturón del pantalón extra holgado. Aquí ya no tengo un gran hermano privado que ver cuando me aburro, no hay vidas a las que pueda aplicar rigurosos criterios de observación y por las mañanas cuando me siento en el trono ni siquiera puedo establecer una comunicación con alguien desconocido que está enfrascado en la misma faena. Los vecinos me saludan siempre y se empeñan en tener pequeños detalles que a mí me asustan. Hace unas semanas cuando vuelvo a casa y voy a buscar mi cubo de basura, unos contenedores que sacamos una vez a la semana cuando hay recogida me encuentro conque me lo han robado. Me cago allí mismo en la madre, en el padre y en la puta que parió al cabrón que me ha robado el contenedor, un trasto que el ayuntamiento te da gratis y que guardas en tu jardín. Miro alrededor e incluso me planteo robar alguno de los otros. Todo el mundo los tiene bien marcados para evitar problemas, pero si alguien se considera con derecho a levantarme el mío, yo tengo todo el derecho a hacer lo mismo. Me voy a mi casa mascullando maldiciones guanches que le caigan a ese grandísimo hijoputa que me ha bailado un puto cubo de basura y después de entrar la bicicleta me topo con el contenedor. Una de las vecinas lo recoge después de que lo vacían y me lo trae hasta el jardín, poniéndolo en su sitio. Ni siquiera sé si es la chocha de ochenta primaveras, la de cincuenta o la otra que está en la decimonovena juventud y a la que le gusta ponerse unos trajes floreados con los que posiblemente consiga aparecer en alguna de las próximas fotos de google maps. No tengo ni estómago para preguntarles y averiguar cual de ellas ha sido porque seguro que querrán algo a cambio, que en este mundo la gente solo da cuando espera recibir …

  • Borrachos en la madrugada

    20 de enero de 2006
    Mario & Fede

    Mario & Fede, originally uploaded by sulaco_rm.

    Por alguna estúpida razón casi nunca hay fotos de un servidor en mi bitácora. En el pasado las podíais encontrar en una sección llamada El Mito y …. en la que siempre salía con alguien. Individuos tan siniestros como bleuge, el turco, el chino y otros amigos daban lo mejor de sí mismos en fotos legendarias en las que yo siempre ponía esa pervertida sonrisa por la que soy tan famoso.

    La foto de hoy es mi favorita del 2005. No está enfocada, no está bien encuadrada, el flash no se disparó y ni siquiera me acuerdo de haberla hecho, pero estaba ahí cuando revisé la cámara. Fue tomada la noche antes de volver por navidades a España. Ya he contado algo de lo que sucedió ese día. Pasadas las dos y media de la madrugada, completamente borrachos y sin ser conscientes de ello, hice esta y otras fotos con mi amigo holandés. Ninguno de los dos estaba muy centrado que digamos. Son momentos como este los que hacen tan divertido el paso por estas tierras.

    Seguro que en otras manos esta foto iría directamente a la basura sin más contemplaciones. Aquí y ahora permanecerá como un gran recuerdo de una buena velada y como la prueba de una fantástica amistad. Dentro de mil millones de segundos la volveremos a mirar y nos reiremos recordando aquellos momentos.

    Acabo de recordar que en una de las bitácoras de Kike hay otra foto genial que nos hicimos en Praga, muy del estilo de El Mito y …. Tendréis que buscarla

  • Just Like Heaven – Ojalá fuera cierto

    19 de enero de 2006


    El último día del año estaba un poco nublado y no pude ir a la playa todo el tiempo que hubiese querido. Para compensarlo, miré la cartelera del multicine más cercano a mi casa y a falta de otra cosa, culminé el año viendo Just Like Heaven expresión que sufrió un traumático cambio al ser traducida al español y acabó como Ojalá fuera cierto.

    Es una de esas comedias románticas que los americanos producen a puñados y que parecen tener una audiencia muy fiel entre las divorciadas y las quinceañeras. Me esperaba encontrarme el cine vacío ya que era fin de año y la sesión de las cuatro y media de la tarde pero al final me acompañaron en la proyección diez o doce quinceañeras y al menos dos parejas de divorciadas. El tema está más trillado que el chichi de la Veneno y para compensarlo le dieron un toque místico paranormal. Un tipo se muda a un apartamento de puta madre en San Francisco y en el puto piso hay un fantasma de una chocha de que te cagas a la que no se puede follar porque es etérea pero que está más buena que el pan con nocilla. Para compensar la hinchazón de huevos que le produce tamaña frustración, se embarca en una relación de amiguito invisible con la chica y la ayuda a descubrir la razón por la que no siguió la puta luz como todos los colegas que pasan al otro lado. Con esto está dicho todo.

    Como suele ser habitual en este tipo de cine, tenemos un final feliz y los típicos momentos en los que las hembras suspiran y se puede oler en la sala como rezuman a través de sus hachazos juguillos efervescentes y que las ayudan a sobrellevar el crudo mundo real en el que los tíos son todos unos hijosdeputa feos y barrigudos. Estas películas deberían contar con subvención por el bien social que hacen, que sin ellas no sé ni como podrían sobrevivir todas esas soñadoras y románticas que se tienen que tragar los peos (pedos en la península, ventosidades en el resto del mundo) y eructos de sus odiosas parejas.

    Para dirigir el cotarro eligieron a un clásico del tema, Mark Waters, un hombre que se está labrando un carrerón en este segmento de cine y al que no le va nada mal. Dirige bien, no hay nadie a quien odies tanto como plantearte abandonar la sala y subo sacar los jugos de Reese Witherspoon y de Mark Ruffalo, un tipo al que no tenía el gusto de conocer y que con ese apellido seguro que llega muy lejos en el mercado hispano.

    Así que si queréis darle una alegría a la compañera/parienta y demostrar esa insensibilidad que todos llevamos dentro o si simplemente quieres ver ese milagro maravilloso que se produce en la sala en algunos momentos y cuando todas esas pipillas responden al unísono ambientando el recinto, no dejes de ir a ver la película. Para el resto, seguro que en dos años la dan en una sobremesa de sábado y podréis elegir entre dormir la siesta o tener vuestro momento romanticón.
    gallifantegallifantemedio gallifante

  • Puerta del jardín

    19 de enero de 2006
    puerta del jardín

    puerta del jardín, originally uploaded by sulaco_rm.

    Una semana antes de marcharme en navidades a España tuvimos una ligera nevada, la primera de la temporada. Aproveché para hacer esta foto de mi casa desde el jardín con la puerta abierta y el tejado cubierto de blanco. Decir que la fregona que sale en la foto está más tiesa que el rabo de Rocco y que si os fijáis bien, podréis admirar los maravillosos azulejos que he puesto en mi cocina, todo lujo, clase y distinción, algo que espero sirva para compensar mi natural tendencia hacia lo ordinario, soez y vulgar.

←Página anterior
1 … 3.384 3.385 3.386 3.387 3.388 … 3.615
Página siguiente→
  • sulaco en El anuncio de lo que está por venirMás bien, vas a tener una semana sin víd…
  • Genín en El anuncio de lo que está por venirQue maravillosa noticia, mas videos de p…
  • Genin en Día 7 – Lankan Finolhu – Manta Point 3La emoción continua… 🙂 Salud
  • sulaco en La fiesta del quinquenioTe tienes que caer por la PATRIA de los …
  • Genín en La fiesta del quinquenioQue curioso, osea que si yo viajo a Ámst…
  • Genín en Día 7 – Lankan Finolhu – Manta Point 2Felices recuerdos… Salud
  • Genin en Código Negro – Black BagPasando fast… Salud
  • Genín en Red FlagsHuyendo a toda leche!!! Salud

Únete a otros 15 suscriptores
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
  • YO NUNCA – Fui ninguneado
    12/06/2023
  • YO NUNCA – Jiñé a oscuras
    22/05/2023
  • YO NUNCA – Hablé meando
    01/05/2023
  • YO NUNCA – Viví la transición
    10/04/2023
  • YO NUNCA – Conté un secreto de algún colega
    20/03/2023
This website uses cookies
Esta página web usa cookies para recordar tu nombre si comentas. Asumimos que no te importa pero si te molesta, puedes elegir quedar fuera.Aceptar Rechazar Leer más
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR