Distorsiones

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  • Más sobre la música del interludio

    25 de junio de 2005

    Desde que el pasado lunes salió la anotación la música de este interludio canario esto ha estado bastante alterado. Hacía tiempo que no borraba comentarios con tanto gusto y placer, aunque de esos, de los comentarios borrados, hablaré otro día. En lugar de seguir el camino del ataque frontal, como sucedió con los otros, Eduardo Marante me envió un correo dando su opinión. Vista su elegancia y lo sensato de las cosas que dice, creo que merece ser escuchado en estas mismas páginas y por dicho motivo tenéis en esta anotación su correo. En lo relativo a mi opinión ya lo dice él, sobre gustos no hay nada escrito y los míos son pésimos, como ya acreditan mis amigos. Es cierto que realizo un juicio sumarísimo en base a lo que Telejinco pone durante los intermedios y también es cierto que nunca son comentarios favorables, dada mi legendaria mala uva. Por razones que escapan a mi comprensión, en esta ocasión Google se ha vuelto loco y ha colocado a distorsiones como primer resultado (o uno de los primeros) en las búsquedas de muchos de esos grupos y cantantes. Desafortunadamente no puedo controlar ese buscador y de alguna manera, la audiencia objetivo de mi anotación, que son los colegas que habitualmente leen mis distorsiones se ve incrementada por personas ajenas a este universo paralelo y poco elegante.

    Eduardo Marante envió la siguiente información:
    Email: eduardomarante@
    URL: www.marante.info y www.eduardomarante.com
    Ubicación: Tenerife
    Comentarios:

    A quién corresponda.

    Mi nombre es Eduardo Marante. Me dirijo a ustedes para comentar el análisis que sobre mi trabajo discográfico se ha realizado en vuestra página web.

    Evidentemente parto de la idea de que cualquiera puede hacer un análisis de un trabajo musical, pero me parece cuando menos bastante superficial valorar todo un disco por 30 segundos en televisión (tiempo que por cierto es lo bastante caro como para al menos dar el beneficio de la duda a aquellos que como yo hemos luchado por sacar nuestro primer trabajo, costeándolo de nuestro bolsillo). En el disco, a parte de la balada «Camilo Sesto» como se denomina en vuestra página al single «Depende de ti», hay muchos otros estilos musicales e influencias, además de colaboraciones como las de Chiqui Pérez, Rogelio Botanz (Ex Taller Canario)o Piti García (Ex- Soul Sanet).

    Sobre gustos no hay nada escrito, y me ofrezco a regalarles un disco, para que su valoración, análisis y crítica sea cuando menos basada en un producto completo y no marcado por la mala reputación que rodea los vídeos ofrecidos en Tele5, cosa que por otra parte comprendo, pero de igual modo creo que meter a todos los artistas y músicos en el mismo saco, es bastante injusto.

    Creo que lo mínimo que nos merecemos como he dicho anteriormente, es la oportunidad de ser escuchados en las mismas condiciones, con las que se respalda otros lanzamientos musicales en otras comunidades autónomas o incluso a nivel nacional.

    Atentamente y esperando que remitan una dirección a la que enviarles mi disco, se despide atentamente

    Eduardo Marante.

  • Pasan los días y me voy a la playa

    24 de junio de 2005


    Zandvoort desde una webcam, originally uploaded by sulaco_rm.

    Hoy, aprovechando los más de treinta grados, junté peras con manzanas y obtuve melones. Como el martes estuve trabajando en Bélgica y en total fueron doce horas, compensé las cuatro adicionales e hice media jornada. Ya sé que hay muchos que piensan que me toco los mondongos a destajo, pero para que os hagáis una idea el lunes me reincorporé después de las vacaciones y apagué mil y un incendios y el martes me mandaron a trabajar a Lommel, una pequeña ciudad en el noreste de Bélgica y pasé el día currando como un campeón. Me habían dicho que todo el trabajo me tomaría dos días, pero debo ser jodidamente bueno porque acabé en uno y aún tuve tiempo de volver y salir de copas con los colegas. Mi jefe no se lo creía cuando me vio el día siguiente en la oficina. A estas alturas y después de haber demostrado por activa y por pasiva que soy la elite en el trabajo que hago, la gente aún duda. El día que supuestamente no iba a estar en la oficina tuve un arranque de genialidad y solucioné en treinta minutos, o mil ochocientos segundos un problema en el que uno de mis cualificados compañeros llevaba trabajando casi dos semanas y había conseguido calentar a media compañía. Eso lo hice entre las once y media y las doce y procuré recuperarme disfrutando por la tarde leyendo los correos de felicitación. El jueves, con mi ego en su punto más inflado, les dí algo de cancha a mis compañeros y los dejé trabajar mientras yo hacía algo de papeleo y el viernes, en mis escasas cuatro horas de curro, arreglé un problema en Portugal y otro en Suecia, asistí a dos reuniones, revisé unos cuantos documentos para uno de los jefillos y me sobró tiempo para participar en la tertulia de la máquina de café. La vida a veces es muy dura.

    Después de cambiarme en mi casa, cojo el tren y me planto en Zandvoort, la playa cercana a Haarlem y Ámsterdam a la que se puede llegar en tren. Lo del transporte fue una odisea, como siempre, aunque yo le miro el lado positivo y reclamaré que me devuelvan el dinero. Ya en la playa, me apalanco a realizar la fotosíntesis durante unas horas y escuchar el audiolibro que ando leyendo. Después de un tiempo, se pone cerca de mi una pareja que básicamente empezaron con unos tocamientos y acabaron como los perros. Tengo foto realizada con el móvil y seguro que la pongo un día de estos. La operación retorno fue aún más catastrófica que la de ida y ahora mismo, me voy al centro del pueblo que este fin de semana es el Hilversum Alive, que viene a ser el equivalente de las fiestas en los pueblos españoles.

    La foto que ilustra esta anotación está tomada de una de las webcams que permiten comprobar el tiempo en Zandvoort antes de partir hacia la aventura. Esta es la primera vez este año que voy a la playa en Holanda y como la cosa siga así, el verano promete. El año pasado no fue posible hasta Agosto, debido a la mierda de clima que padecimos durante Junio y Julio. La temperatura del agua no es aún la apropiada, malamente alcanza los diecinueve grados. Para no extenderme mucho, os diré que debido a lo plano que es el mar en estas latitudes tienes que caminar un par de cientos de metros antes de poder margullar algo y mucho antes de llegar a ese punto has perdido la sensibilidad en las piernas debido al frío. Una vez tus huevos tocan el agua, sufren una descompresión y se te quedan del tamaño de los M&M (los de cacahuete obviamente). Sales del agua con unos temblores que parece que vas bailando la Lambada. Por lo demás, el día en la playa ha sido fantástico.

  • Roque nublo con pino canario

    24 de junio de 2005


    Roque Nublo con Pino Canario en primer plano, originally uploaded by sulaco_rm.

    Una tercera y prometo que última imagen del Roque Nublo. En esta ocasión lo que quería mostrar son los pinos canarios (Pinus Canariensis), del que tenéis uno en primer plano. Una de las cosas que hacen especial a este tipo de pino es su capacidad para recuperarse de los incendios. Este pino está recubierto por una corteza que arde rápidamente, al igual que las acículas. De esta forma, el fuego no daña el tronco y en unos años se recupera el bosque.

    Por desgracia, cuando se comenzó a reforestar el centro de la isla se optó por variedades de crecimiento más rápido y tras el primer incendio quedaron arrasados. En la actualidad este tipo de pino es el preferido para reforestar los bosques canarios.

  • El camino hacia er Dani

    23 de junio de 2005

    Aquellos que sois constantes y mantenéis un ojo en esta versión pública de mi vida, recordaréis que en marzo estuve en Málaga, justo antes de visitar Omán. Desde entonces no he hablado nada de ese viaje, salvo menciones de pasada. Los lectores malagueños han permanecido pendientes de estas líneas esperando el día en el que mi retorcida verdad contara lo que allí sucedió. Aún tengo pesadillas y por eso no lo he hecho. Fueron las seis horas más extrañas de mi vida. Todo lo que pasó en ellas me atormentará mientras viva. Trataré de ser infiel a la realidad y me tomaré todas las licencias iletradas que considere oportunas. Esta es mi verdad y así os la voy a contar. Sin embargo, antes de entrar en materia me gustaría saldar una deuda de honor y de paso realizar una pequeña loa a un amigo.

    Todo comenzó cuando me recogió mi amigo Sergio en el aeropuerto. Desde que nos conocimos en 1992, en el año del quinto centenario, siempre he sentido un afecto especial por él y su familia. Trabajamos juntos durante seis meses. Primero estuvimos en la nueva central eléctrica que se estaba construyendo en Juan Grande y después tres meses en Lanzarote, en la puesta en marcha de un grupo diesel. A partir de la primera vez que me ignoró supe que seríamos amigos toda la vida. Y ahí seguimos. A veces no hablamos durante unos meses y luego, tras diez segundos al teléfono el tiempo parece no haber pasado. Aún recuerdo las cenas de los lunes en su casa en la calle Cirilo Moreno cuando veíamos expediente X y al marcharme sacaba la bolsa de basura. Añoro nuestras caminatas en el centro de la isla de los sábados que solían acabar pasando por el Chumino, la casa de mis padres en Ariñez en donde nos tomábamos una cerveza antes de volver a la ciudad. Sonrío cuando recuerdo la acampada en Veneguera, donde estuvimos unos días comiendo lo que él cazaba con su fusil de pesca submarina y aquella deliciosa dorada que devoramos en un asadero legendario. Cuando dejaron las Canarias y volvieron a vivir a Málaga (él, su esposa y su primer hijo), entendí esa letra de canción que dice que algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Por su culpa estuve años yendo a pasar el fin de año con los suyos, una familia que también considero la mía. Aún ahora, todos los años busco la forma de ir por Málaga unos días, si es posible alrededor de la noche de San Juan y si no, en cualquier otro momento del año. No dejo de invitarlos a que vengan a visitarme a los Países Bajos aunque hasta ahora no lo han hecho. Siempre que voy a Málaga es lo mismo. Toda la familia se junta en la casa que tienen en el campo y tenemos una comilona. Siempre que voy allí acabo colgado de un cable eléctrico ayudando con algo, o desbrozando en el campo o haciendo Dios sabe qué. Son todos esos pequeños momentos de calidad los que recordamos.

    Este pequeño prólogo no tiene nada que ver con la historia que voy a contar, pero quería dejarlo escrito en mi diario. Como sé que ellos lo leen, es una forma bien impúdica de decirles que estoy aquí y que esta historia es para ellos. Me gustaría agradecerles todos estos años de abrazos, besos, palmadas en la espalda, conversaciones frente a la tele o en la playa o en cualquier bar. Quiero que sepan que sé apreciar el que las puertas de la casa de Benalmádena estén siempre abiertas y que siempre me reciban todos como uno más de la familia. Además de esto, hoy es el cumpleaños de Sergio y desde aquí quiero felicitarlo. ¡Feliz Cumpleaños, amigo!

    Esta historia continúa en todos queremos ser como er Dani

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