Aquellos que habitualmente visitan Distorsiones habrán descubierto que el domingo he cambiado el aspecto de la bitácora. Lo debía haber hecho hace más de un mes pero la pereza me puede. En mi modesto entender, este Nuevo aspecto ha quedado bastante curioso. Después de la temporada de amarillo, retornamos a un sobrio blanco acompañado de azul y gris. Algo más formal. Por ahora sigo manteniendo el formato estrecho que permite ver la bitácora correctamente incluso cuando se usan resoluciones de 800×600. Esta semana fue también el momento cumbre de mi vida en Hilversum, con un suceso luctuoso en mi calle, hecho que quedó reflejado en La huella del crimen. Otra noticia que nos desvió brevemente de nuestra ruta habitual fue Habemus Papam – Benedicto XVI, un Suceso extraordinario que reflejé de la manera que se anuncian los ascensos y las nuevas incorporaciones en la empresa para la que trabajo.
Por descontado, también hubo Cine, que llegó de la mano de Cursed y de Star Wars: Revelations. De la primera mejor no hablar y de la segunda, recomendaros que la descarguéis y la veáis en casa, que es una película independiente y que NUNCA se estrenará en cines. Sus autores autorizan la copia y distribución de la película, así que aprovecharos. Además es muy buena, sobre todo para los fans de la saga de las Galaxias. Una categoría que hacía bastante que no tocaba es la de Cocinillas, a la que he retornado con la receta de Chili con carne, ya me diréis que tal os queda si la perpetráis. Mi universo de Desvaríos viene bien surtido con Riesgos laborales y Victoria . En ninguno de los casos me creeréis, pero bueno. Decir al que me ha reprochado no decir muchas palabrotas y reprimir mi florido lenguaje, que en Victoria descubrirá al verdulero que llevo dentro. La foto de esta semana fue Mirando sin ojos y tendréis que verla para saber de qué va.
Mi homenaje particular a la tribu con la que convivo por estas tierras ha sido Los de acá y también dentro de la categoría Mi mundo ha quedado encuadrada Las llamas del amor o el relato de como mi vida estuvo en las manos de un desgraciado que pudo apagarla para siempre. En una semana tan prolífica, también hubo tiempo de expresar mi otro amor en I love Google, mi herramienta favorita y que no deja de mejorar.
Y acabamos con una despedida. La fantástica saga de Arquitectura Efímera llega a su fin con Adiós. Han sido un montón de historias inspiradas en las canciones del álbum con dicho nombre. Los que entran con frecuencia saben que este grupo de cuentos son la niña de mis ojos y los he cuidado todos y cada uno de ellos con esmero. Espero que los disfrutéis al leer.
Antes de despedirme, reprocharos el no haber recibido ninguna invitación para ampliar mi cuenta en Flickr a Pro. Que sepáis que me habéis roto el alma y el bolsillo, ya que a menos que alguno se retrate en las próximas veinticuatro horas y afloje los veinticinco dolares que cuesta el hacerme feliz por un año, tendré que rascarme el bolsillo y pasar por caja. Como siempre, acabo recordándoos los enlaces a las páginas en las que podéis encontrar los regalos que me gustaría recibir:
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