Si se me hubiera ocurrido mirar quién dirigió esta peli y hubiese sabido de antemano que es del director de Pobres criaturas – Poor Things, probablemente no habría ido a verla, que los malos recuerdos de la mentada aún son recientes y aquí, por lo que veo, salen muchísimos de los que actuaron en la otra. Al final, decidí dedicar un montón de horas de mi vida a ver la peli, que dura casi tres horas y cuando sumas los anuncios, los tráileres y demás, esto es medio día en el cine. La película se titula Kinds of Kindness y en España se estrenó con el mismo título en junio porque les dio pereza poner la traducción al español, que sería truscoluña no es nación.
Unos julays las pasan putas y canutas o algo así y hay chimpún y chochos peludos.
En sus casi tres horas, hay tres historias totalmente independientes, aunque los protagonistas son siempre los mismos actores y actrices haciendo diferentes papeles. Si existe alguna relación entre las historias, se escapó a mi extremadamente limitada comprensión y el único detalle es que al comenzar cada historia, vemos a la gente en papeles diferentes y actuando de una manera distinta. En la primera historia tenemos a un panoli que hace lo que le dice otro y cuando éste le ordena estamparse contra otro coche y matar al otro conductor, se rebela y descubre que no es feliz si no hace lo que le dicen o algo así. En la segunda historia, una pava que desapareció hace años en una expedición regresa viva y el marido como que está convencido que la chama no es ella, que es otra persona y la obliga a hacer cosas horrendas para demostrarlo y en la tercera historia, una secta busca a la Elegida o algo así y una de sus buscadoras, que abandonó a su familia, cree que ha encontrado a esa Elegida y tratará de traerla a la secta a cualquier precio.
La primera historia no me gustó, no tiene demasiado interés y el tipo es bosmongolo y le gusta que lo manipulen y no hay más vuelta de hoja. La segunda historia resulta más interesante, aunque cuando el marido empieza a decirle a la tía que se corte miembros para cocinarlos y comérselos, no se, ahí me perdieron un poco. La mejor de las historias es la de la secta de los raritos, que todos chingan con la pareja que lidera la secta y beben solo agua de una poceta en la que los dos líderes echan lágrimas o algo así. Emma Stone vuelve a enseñar el chocho peludo, aunque lo más terrible es el frontal de Willem Dafoe, que personalmente nos lo podrían haber ahorrado, que el chamo tiene setenta tacos. Hay desnudos y sexo gratuito y que no tiene nada que ver con la historia y al ser tres relatos, no consiguieron mantener el mismo nivel en las tres. Entretiene y es curiosa, pero vamos, que en una semana ya no me acordaré de las tramas de las dos primeras historias.
Puede provocar el jamacullo instantáneo a los miembros del Clan de los Orcos y me da la impresión que no complacerá a los sub-intelectuales con GafaPasta.
