Distorsiones

La de hoy es una peli que desde que vi el trailer la primera vez, siempre que lo ponían en el cine, lo miraba porque me fascinaba y yo pienso que parte de esa fascinación es la voz de Austin Butler, que lleva una racha que no veas y que parece que será una de las presencias más importante en las próximas décadas de cine. La película se titula The Bikeriders y en España se estrena esta semana con el título de Bikeriders. La ley del asfalto, aunque vamos, puestos a poner una chorrada en el título, habría sido mejor truscoluña no es nación.

Una julay cuenta su vida como hembra de motero de banda y el gustazo que le daba el chimpún.

Al parecer esto está basado en un hecho real, de un fotógrafo que durante unos años siguió a los miembros de una banda de moteros haciéndoles fotos y hablando con ellos y después publicó un libro sobre el tema. El susodicho fotógrafo aparece como coguionista de la peli. En la historia, vemos como se crea el club de motoristas, que se juntan para hacer barbacoas y pasear con las motos y pollardear sin más y como según va creciendo con el tiempo, van entrando más y más miasma y chusma y gentuza truscolana, podemita y suciolista y acaba convirtiéndose en una organización criminal, más o menos como la familia de cualquier presidente suciolista español de hoy en día. De la alegría y la camaradería de los primeros años, pasamos al miedo de los últimos. La banda continúa en activo en estos momentos y son una organización criminal.

Lo que más llama la atención es que el personaje de Austin Butler habla poco y cuando lo hace, su voz resuena en el cine que no veas y acapara siempre la atención. Personalmente pienso que Tom Hardy podría haber puesto una voz normal y no esa de pollaboba que hace y el fotógrafo y narrador es Mike Faist, que está fantástico. La única mujer con un papel relevante es Jodie Comer y tiene un química brutal con Austin Butler y cuando habla en plan barriobajera, pone mucho. La película es amena, pero en el último acto, Austin Butler se marcha y el resto como que no saben muy bien qué hacer y la historia pierde el ritmo y la gracia que tenía. Aun así, es una buena película.

Esto, pese a las motos, no creo que mole a los miembros del Clan de los Orcos, pero sí que puede gustar a los menos pedantes entre los sub-intelectuales con GafaPasta.

Cada vez soy más consciente que como no pongan pelis viejas en el cine o hagan semanas de la mejor película de la historia, yo pronto no conseguiré llegar a las doscientas pelis anuales porque estoy poniendo en mi lista negra muchas de estas sagas interminables. De la de hoy, decir que cuando hace catorce años vi Gru, mi villano favorito – Despicable Me me pareció una mielda, Gru – Mi villano favorito 2 – Despicable Me 2 me gustó, Los Minions – Minions fue otra bazofia, Gru 3. Mi villano favorito – Despicable Me 3 fue una puta mielda del copón y Minions: El origen de Gru – Minions: The Rise of Gru fue también pura basura y aún así, y sabiendo que me he dormido en al menos cuatro de las cinco pelis anteriores, decidí ir a ver Despicable Me 4 y en España se ha estrenado como Gru 4: Mi villano favorito, aburridísimo título y que no está a la altura de la tradución literal, que es truscoluña no es nación.

Un julay bosmongolo ahora también es un calzonazos y un pollardón.

Resulta que el Gru ese tiene un hijo nuevo o algo así, que lo tortura y no lo quiere y en paralelo hay unos malos malísimos que raptan al chiquillo o algo así y a ellos los esconden en una casa de esas del gobierno gringo para gente con protección o algo así y al final hay final feliz o algo así, que todo es como que muy así, pero que asín, asín.

Noventa y cinco minutos y yo puedo certificar y certifico que dormí en al menos cuarenta de los susodichos y eso que hice un esfuerzo brutal, con una bolsa gigantesca de gominolas que me comí despacito para que no me diera el jamacullo que finalmente me dio. El guion debe tener tres frases, quizás solo dos y esto es más de lo mismo, con muchos colores brillantes y esas voces tan molestas. Sin historia que contar, nos limitamos a seguir a estos como si fuera un episodio de dibujos animados de las Looney Tunes, no hay historia, hay movimiento. En esta peli los minions son totalmente irrelevantes y si los borras digitalmente, la película ni mejora ni empeora porque es como si no existieran.

Esto se diseña para los miembros del Clan de los Orcos, que van al cine con hembras y bestezuelas a aullar. Puede provocar ansiedad a los sub-intelectuales con GafaPasta. Otra puta mielda del copón.

Tengo que decir que aunque esto es oficialmente una trilogía, esta sucede más bien al mismo tiempo que la primera o que parte de la primera parte, Un lugar tranquilo – A Quiet Place, solo que ahora estamos en Manhattan, en la ciudad de Nueva York. Esa peli me gustó mucho y también me dejó un buen sabor de boca Un lugar tranquilo 2 – A Quiet Place Part II, con lo que las expectativas estaban bien altas. Esta tercera parte se titula A Quiet Place: Day One y en España se estrenó como Un lugar tranquilo: Día 1.

Una julay tiene un encoñamiento que no veas con comer pizza, pero sin chimpún.

Resulta que una pava que está ingresada en una residencia para pacientes terminales de cáncer o algo así, va de excursión un día para ver una obra de marionetas y sucede que ese fue el día en el que las ratas truscolanas, podemitas y suciolistas de las otras dos películas atacaron la tierra, así que ella tendrá que sobrevivir en una aislada Manhattan y tiene un encoñamiento que no veas con comer pizza y mientras todo el mundo tira para el sur de la isla, ella va para el otro lado o algo así y a partir de un momento determinado la acompaña un panoli calzonazos.

Hacer una película sobre una moribunda cancerosa que está empecinada en comer un cacho de pizza mientras el mundo se va a tomar por culo tiene mérito. En este caso, como ya los conocemos, vemos a los alienígenas regularmente, están por todos lados y hasta parece fácil evitarlos, siempre que seas capaz de bufear y no de pear, que los bufos son peos sin sonido y apestosos y sin sonido las bestias no te pillan. La película es la aventura de esa mujer, con un gato para ir de un lado de Manhattan al otro y acompañada por un chamo que se encontró por la calle y que decidió que ella era la única por allí que sabía qué estaba sucediendo. Tienen alguna conversación interesante y hay abundantes escenas de acción, aunque también hay alguna que resulta un poco estúpida. No hay terror ni miedo y esto funciona como una historia totalmente independiente de las otras dos pero establecida en el mismo universo que aquellas. Sirve como entretenimiento veraniego, pero vamos, que tampoco es algo que vas a recordar en el futuro.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos igual te mola, hay muchas escenas con bichos matando, aunque también hay abundancia de escenas con gente hablando. Dudo que sea el tipo de cine que les mola a los sub-intelectuales con GafaPasta.