Además del recorrido reducido durante la visita nocturna, la otra gran diferencia es que los vigilantes no permiten hacer fotos en las salas, ni siquiera si no usas el flash ya que al parecer las cámaras tienen unos componentes malignos que afectan al edificio y le roban el alma o algo parecido. Todo el mundo se pasaba por la raja del culo esta estúpida y absurda prohibición y como solo había un vigilante, cuando iba a una sala los de las restantes aprovechaban para hacer cientos de fotos y cuando regresaba alarmado por los destellos, comenzaba la fiesta en la que acababa de dejar. En el patio de los Arrayanes sí que no tenía excusa alguna y monté mi trípode para hacer unas cuantas fotos. Bajo el arco que se ve en el otro extremo, el agente secreto 007 o un primo del de Misión imposible nos observaba reflejándose en el agua de la alberca. El mastodonte de edificio que está por detrás es el palacio de Carlos V. Parece increíble que en el siglo XXI y con la tecnología que hay no hayan podido iluminar mejor uno de los principales destinos turísticos de España.
2 respuestas a “Patio de los Arrayanes de noche”
No es 007, es un fantasma moro…jajaja
Salud
Unos rácanos los de la Junta, después del pastón que sacan con la Alhambra… pero parece que se lo gastan todo en langostinos de Sanlúcar y manzanilla fresquito….