Plantas de pimienta en los alrededores de Kampot


En los alrededores de Kampot se cultivaba la mejor pimienta del universo. Era algo conocido en todo el mundo y su cultivo se remontaba siglos en el tiempo. Por desgracia cuando llegaron los Jemeres Rojos acabaron con el cultivo. Ha tomado un montón de años recuperar esta planta en la zona, ya que toma unos diez años que las plantas estén en plena producción pero ya se pueden visitar algunas plantaciones y salir fascinado con el proceso y el resultado, además de comprar directamente al campesino el producto. De la misma planta de pimienta salen los cinco tipos que se cultivan en Kampot y que se dan en las distintas fases por las que van pasando los frutos de esa mata. Ordenándolos según el momento de recogida, primero tenemos la pimienta verde a la que le sigue la negra, la blanca, la roja y finalmente la cagada por pájaros, que se comen las semillas y después las jiñan y se supone que en su tubo digestivo sufren un proceso maravilloso y fabuloso que les da un sabor aún más especial. Este último tipo es el más caro y puedo garantizar que no las he probado. Del resto, decir que la pimienta de allí es riquísima y que me marché de Camboya con una buena provisión que ya se me ha acabado.

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6 respuestas a “Plantas de pimienta en los alrededores de Kampot”

  1. Curiosa la pimienta de los pájaros, supongo que será trusco con pimienta, bueno no, que hacen un proceso maravilloso en el tubo digestivo 🙂
    Los Jemeres esos fueron peor que el caballo de Atila…
    Salud

  2. Fueron los truscolanes de Camboya. Los del noreste peninsular harán lo mismo. Fascismo, fascismo y fascismo y muerte al que no comulgue con sus robos, sus odios y sus mierdas. Por eso es mejor matarlos ahora y ahorrarnos la moviola.

  3. Ostras… lo de los pájaros… voy corriendo al bote de pimienta que tengo en la cocina a ver de qué está hecha… No sé si es más o menos asquerosillo que la historia del café Kopi Luwak, más o menos por ahí le debe andar. 😉

  4. Qué asquito, no?. A lo mejor está buena, no te digo que no, pero sólo de pensar que la ha cagado un pájaro, asquito me da.