Príncipe de la blogosfera


Cuando comenzamos a caminar por estos terrenos pantanosos entraban en mi hacienda de media unas veinte personas al día. Aquello era el acabose. Yo ni me lo creía. Mi ego se me puso elefantiásico, no podía ni pasar por debajo de escaleras porque las tiraba con el ego que me rebosaba. El tiempo transcurrió y un día alcanzo las cien visitas por día. Tuve que meter la cabeza en una bolsa y respirar para tranquilizarme porque me hiperventilé de la impresión. Aquello era lo más que le había podido suceder a cualquier ser humano desde el invento de la rueda. Cogí una calculadora y me quedé de piedra cuando descubrí que en unos veintiocho años llegaría al millón de visitas. Comencé a tener problemas con el tamaño de mi ego, ya que viviendo en un apartamento de treinta y ocho metros cuadrados casi no podía entrarlo. Mis amigos me miraban con envidia y veían esa aureola mágica que rodea a cualquier bitacorero de éxito. Yo empecé a usar la tercera persona para hablar de mí mismo porque mis verdades eran como puños y me parecía injusto la reducción de tamaño que sufren al usar la primera persona. De esos días recuerdo que mandaba todos los correos con una firma que dejaba meridianamente claro mi éxito en Internet.

Pasaron los meses y con mucho sacrificio y perseverancia rozamos las trescientas visitas en una sola jornada. Lo celebramos a lo grande. Llamé a mis ochenta mejores amigos y los obligué a leer mis últimas anotaciones al menos dos veces para poder presentarse a un examen de amistad con estrella blogosférica. Empecé a buscar casa para comprarme porque el apartamento de Hilversum ya no tenía espacio suficiente para mi ego y Yo. A mi vecina la china le retiré la palabra porque no tenía bitácora. Me pasaba medio día dejando comentarios por todos lados para poder atraer nuevos visitantes. En esa época ya usaba wordpress y permitía a mis íntimos que me besaran las manos y les guardaba las uñas de los pies cuando me las cortaba para que tengan algo con lo que sacarse un dinerito en el futuro en Ebay. La presión mesiánica era tan grande que algunos días no se me ocurría nada sobre lo que escribir y me agobiaba enormemente.

Para cuando me mudé a mi nueva casa, noventa y cinco metros cuadrados repartidos en dos plantas, con ático y cien metros cuadrado de jardín mi ego era del tamaño de una vela de catamarán y las seiscientas visitas al día se me antojaban insuperables. Creía que había tocado techo. Ahora solo necesitaría cuatro años para llegar al millón de visitas. Seguía sin entender el por qué la gente se para a leer cuatro boberías que se le ocurren a un emigrante y que normalmente no tienen pié ni cabeza. Soy consciente que aquí nunca ha existido contenido de calidad como el que se puede leer en bicubic o mala hostia legendaria como la de borjamari, ese pequeño Dios al que los ángeles caídos llaman Borgiamari porque con la mala leche que tiene solo puede pertenecer a esa familia.

Convencido de estar en mis años bárbaros con tanto público, casa nueva y un sol espléndido que iluminaba mi futuro ya creía que nada podía ser mejor. Unos meses más tarde miro por vigésimo segunda vez en el día los contadores de mi bitácora y me entra flato. Había cruzado la sagrada e increíble barrera de las mil visitas en un día. Directamente a Champions league, entre los más mejores. Y todo eso sin publicidad ni ayuditas de los santones blogosféricos, esos dinosaurios que comenzaron al menos dos meses antes que yo en este negocio y aún no se han enterado que están extinguidos. Después de romper esa barrera por tercera ocasión me sentía especial. Ser una estrella inmediática con una proyección intranacional como la mía se merece algo de respeto por parte de los mortales comunes. A la perra de mis padres la obligaba a postrarse cuando iba a visitarlos en señal de respeto y adoración máximos y a mis amigos les pedí que me hablaran de usted que por algo me he ganado ese respeto universal.

La tarde en que conseguí más de mil visitas por tercer día consecutivo estaba yo en mi jardín para que me cogiera algo de aire el ego. Hablaba con mi vecina de más de ochenta años con dentadura postiza y unos dientes bailarines que me fascinan. Cuando pronuncia la erre los dientes se mueven solos. Es fantástica. Volvamos al tema. Estoy discutiendo con la mujer sobre posibles mejoras de mi fantástico jardín cuando se abre el cielo sobre nosotros y aparece una luz blanca muy fuerte. La mujer se echa a llorar pensando que le ha llegado la hora. La luz nos da calor y entre tanto blanco saturado vemos que hay unos puntos negros que van creciendo y cuando llegan a nuestro lado son cuatro querubines vestidos con ropa de Zara. La mujer está con sudores fríos pero los putos bichos la ignoran y me anuncian mi nombramiento como príncipe de la blogosfera. Ellos serán mi escolta, los que anuncien mi presencia a los pobres mortales y los que prepararan el camino para mí regándolo con hojas de tunera para que pueda caminar sobre ellas. La vieja estaba un poco mosqueada por la falta de interés que despertaba en los enviados divinos así que le di una galleta y la mandé a su casa y le dije que si quiere ser algo en esta vida, que se ponga a escribir una bitácora y haga algo digno de ser recordado.

Mis querubines son fantásticos. Causan sensación allí adonde van. ?nicamente tengo problemas con ellos en el cine, ya que me niego a pagarles la entrada y no se lo toman muy bien cuando los dejan fuera esperándome. Mis querubines me informaron que cada día que no publico nada, un ángel pierde sus alas y cae fulminado al infierno. La noticia me la dieron el nueve de diciembre y desde entonces me han puesto tanta presión que no he podido dejar de publicar algo todos los días porque no quiero ser responsable de la caída de un pobre ángel. Lo otro que me contaron es que la categoría de príncipe de la blogosfera se pierde si se te acaban las visitas, así que los días que noto que la gente no está por la labor de visitar esta magnífica y excelsa bitácora, pues lo hago yo los cientos de veces que haga falta, que ahora que me han puesto tan cerca del reino de los cielos no voy a dejar que nada ni nadie me ponga la zancadilla.

Y aquí seguiremos. Me pregunto que sucederá el día que lleguemos a las dos mil visitas por primera vez. Seguro que se acabarán las guerras en el mundo o Cindy Lauper sacará un nuevo álbum o por fin rodarán la segunda parte de la película Los Gooneis.

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19 respuestas a “Príncipe de la blogosfera”

  1. Tienes que dejar la bebida y coger menos sol. Ya sé que por esos lares se aprovecha la mínima oportunidad para poder disfrutar de los rayos de sol pero, podrás comprobar que no están sintiéndote bien en estos momentos.
    Tanto éxito, tanto profesional como personal, están alterando tus neuronas.
    Para más INRI, hasta te salió bien, es que eres jodidamente bueno Sulaco.
    Has conseguido publicar algo cuando no tenías nada.
    Por cierto, cuando te cueste mantener un ángel por las alturas, avísame, ya me haré cargo yo de el.
    Ojo a mi nueva dirección de email

  2. ¡¡¡muy interesante!!! pero la verdad es que no me puedo creer que los querubines llevaran ropa de zara, la verdad…

  3. Teniendo en cuenta que en tu blog no nos informamos de nada nuevo, que no hay noticia de interés general y que los temas que tratas tienen la misma relevancia que el traspaso de negocio ruinoso de la esquina de mi casa… no deja de ser curioso que te leamos puntualmente.
    Yo al menos me lo paso bien y eso ya es un montón.
    Saludos

  4. Héctor, sí tenía algo que publicar. Esta idea lleva rondándome la cabeza unos días. Tú no lees muchas bitácoras y no captas la zafia ironía (que la hay). En los tres años que llevo escribiendo mi diario en abierto he visto todo tipo de cosas.
    Betreten, yo tampoco me lo podía creer. Siempre pensé que en el cielo vestirían de Springfield o de Pull & Bear que son más cañeros o como mal menor de Massimo Dutti pero parece que hasta allá arriba el poder de Zara es imbatible.
    Emiliohm, tanto tiempo y aún no informo de nada. Yo también me lo paso bien.

  5. Yo he tenido mucha suerte. El primer blog con el que me topé fue el de Dani Rosa que parece ser que desde que se topó con funda.nl no le ha quedado tiempo para acicalarlo, una lástima. Allí descubrí tu blog, el segundo que me topé. Y en tu blog me he quedado porque además tienes buenos links a otros blogs y no puedo desperdiciar el poco tiempo que tengo libre husmeando en blogs que no se todavía por qué existen. Por supuesto que la proximidad geográfica y tus experiencias con las que me siento identificada han sido el aliciente para que me convierta en fiel lectora. Además me has dado el empuje para retomar una tarea que por culpa de un burn out y la maternidad no había podido hacer: escribir. Gracias Sulaco.

  6. ¿Cindy Lauper un travelo? ¿alguien puede confundir a Cindy Lauper con una drag queen? joder, simplemente en los 80 las tías se pintaban mucho, pero no es suficiente para suponerla un miembro, creo yo!

  7. bleuge te voy a poner tres velas negras que te vas a cagá. Cindy Lauper es una experiencia religiosa. Me tomó quince años conseguir el CD con la canción de los Gooneis. Tengo todos y cada uno de sus discos, COMPRADOS, y si tocara en las fiestas de mi pueblo me agarraría al escenario con cuerda de tender la ropa desde dos días antes para conseguir primera fila.
    psikke, que mala suerte haber dado con el mío en primer lugar. Si hubieras descubierto macrocuervos ahora estarías super-puesta en el copy+paste y en las noticias repetidas hasta el vómito. Lo malo de la gente que yo enlazo es que la mayoría son como huevones y no actualizan a menudo. Lo de Dani no tiene nombre, no escribe ni pa’ firmar el DNI.

  8. Para que me sirve copiar, pegar y hablar más de lo mismo?
    En mi bitácora hay dos elementos que se asimilan a algunas cosas de la tuya: El Bueno (siempre se ha llamado, así, es su apodo) y tengo infinidad de faxes y emilios con este apodo. La metamorfosis, es una historia propia muy antigua, es más, la imagen que aparece en esta historia tiene un significado que me pone los pelos de punta desde hace años, y esta Metamorfosis me recuerda a una de las pocas historias que he leído en tu bitácora: los tomatitos. Hablando de tomates: Olvidaste algo en esta historia, en Holanda existe un cuarto estado del agua: líquido, gaseoso, sólido y tomate holandés.

  9. En el universo ombligista de las bitácoras hay tres especies: Los generadores de contenido original, el que sea, un grupo reducido que tiene demasiado tiempo libre o poca vida social o una combinación de lo anterior. Después tenemos los regeneradores, los copy+paste, una multitud que agarra lo que leen por todos lados, añaden una frase y en algunos casos ni eso y así rellenan contenido. Son falsos bitacoreros que habitualmente siguen las líneas marcadas por unos falsos profetas que viven de los halagos de esta gente y engordan su ego con sus cinco fans. Los regeneradores se pasan el día rastreando la red para encontrar algo y cuando no hay suerte pues tiran de wikipedia. El último grupo es el de los lectores, los que consumen el contenido y no sienten ninguna necesidad de pasarse a alguno de los otros bandos.

    Ahora que pones un enlace a tu bitácora (o una de ellas porque si no recuerdo mal creo que han habido dos más anteriormente) entraré un día a leer dichas historias pero eso tendrá que esperar ya que hasta la semana que viene estoy perdido en la producción. Nadie se ha dado cuenta pero el afamado creador de Distorsiones está en estos momentos fuera de Holanda.

  10. Sí, me cargué las otras dos bitácoras por extrema necesidad, de los errores se aprende, la primera fue aquella de la aventura en Holanda, la dentitis aguda y demás, de la que olvidé hasta el password. La segunda era una mierda y espero que la tercera me enorgullezca algún día.
    Te vas en buenos momentos a las afueras, porque Holanda jugó de pena y aquí no hubo cerveza gratis para nadie.

  11. te olvidas de un tipo de bloggers los «voy a»
    explícalo tu que me da pareza anda…

  12. me acabo de acordar de una historia que alguien me contó el otro día,
    un día el padre de esta persona estaba hablando con el embajador de no se que pais, Alemania?, y entre bromas y chistes, el embajador alemán le dijo: «el español típico es aquel que va a hacer un curso de ingles»

    lo de los «voy a» es lo mismo

  13. Sulaco, efectivamente, no leo muchas bitácoras, es más, hasta que me presentaste la tuya, no sabía que esto existía. Lo mío con la red no tiene continuidad, fíjate que aún no conozco la terminología, espero que con la ayuda de todos estos tunantes (muy queridos, por cierto), consiga algún día hacer algo últil en la red, parece que merece la pena. el problema es que, pones el listón tan alto, que difícilmente consiga visitantes.

  14. los blogs tienen los días contados
    si muchos millones de ellos
    pero la naturaleza humana no cambiará jamás
    a finales de año empezará el declive,
    lo he visto en los posos de mi te
    😀

  15. Ojalá tengas razón y desaparezcan millones de ellos y sean reemplazados por páginas de porno japonés que son más amenas.