Roca cortada junto al memorial


Junto a las placas que hay al lado del memorial la gente pone muchas cruces y banderitas australianas cuando las familias vienen a visitar el lugar para recordar parientes que murieron hace más de setenta años o quizás a otros que sobrevivieron y pudieron regresar con ellos y tuvieron que oír los relatos durante cienes y cienes de ocasiones. A mí, más que eso, lo que me impresionó fue la roca, que forma parte del paso del infierno y que está perfectamente cortada, con sus martillos y sus cuñas, desnutridos y con una multitud de enfermedades a su alrededor más los golpes casuales de los soldados japoneses, hacer ese trabajo tuvo que ser una pesadilla.