Mientras recorríamos el río Malaca nos topamos con un varano acuático (Varanus salvator), el segundo lagarto más grande del mundo. El bicho saltó desde el agua hasta la avenida y se puso a caminar por la misma mientras nosotros le hacíamos fotos. Si mi madre llega a estar allí, empieza a dar unos gritos increíbles y se agarra al capitán y hunde el barco seguro, ya que le tiene un pánico cerval a esos bichos cuando son de veinte centímetros de largo, así que si ve a este que debía ser de más de un metro, se monta la marimorena. Cuando estuve en las islas Perhentian los veía moverse por el lugar y pelear entre ellos como si fueran gatos pero nunca tuve la cámara a mano para hacerles una foto. Estos bichos pueden llegar a pesar hasta veinticinco kilos y son carnívoros. Además de nadar como profesionales, trepan árboles con una gracia increíble.
4 respuestas a “Tremendo lagarto cristiano”
No mola…
Siento como tu madre…
Salud
Yo muy cerca de él no me pondría.
Seguro que mantienen a raya a las ratas, y la verdad, menda prefiere mil veces un lagarto a una rata.
Pues éste no sé si trepará mucho, porque con semejante panza le debe costar lo suyo. A lo mejor es un ejemplar de lagarto cervecero.