Propaganda en los asientos


En un país con tanto culto a las bicicletas no debe extrañar que los esfuerzos de las empresas a la hora de realizar campañas de marketing se centren en las mismas. Tiene la ventaja que sabes al grupo de personas que estás accediendo y con muy poco dinero y muy poco esfuerzo llegas a un gran colectivo. Los alrededores de las estaciones de tren son auténticos viveros de bicicletas. Para que os hagáis una idea, en la estación de Utrecht Centraal, la misma por la que yo paso todos los días, se calcula que hay aparcadas unas VEINTE MIL bicicletas en sus alrededores, un auténtico océano. Por eso muchas empresas encargan estos cubre-asientos de plástico y los ponen en las bicicletas durante el día y así sus dueños, cuando vuelven a casa por la tarde, se llevan la publicidad con ellos y creedme, nadie desprecia un artilugio tan útil ya que aquí llueve muchísimo y no hay nada más molesto que un culete mojado.

Yo debo tener unos cuantos repartidos por mi casa o directamente me los han quitado del sillín cuando he dejado mi bici aparcada en algún lugar público. El que vemos en la foto lo obtuve este lunes en la estación de Hilversum ya que el pasado fin de semana dejé mi cutre-bicicleta sin bautizar en la misma durante todo el fin de semana.

En el Álbum de fotos de bicicletas encontrarás un montón de bicis que he ido fotografiando a lo largo de los años


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