Los conductores de trishaw en Malaca son el equivalente de los taxistas en cualquier ciudad española y se apalancan en su parada enfrente del antiguo ayuntamiento y la iglesia, el principal lugar turístico, esperando a los clientes. La espera la matan de tertulia entre ellos y tentándote cuando pasas junto a ellos. Por descontado, todos los trishaws están fuertemente decorados con los motivos hortera tan de moda por allí. En otros lugares (Bangkok o por toda Birmania), los trishaws también se usan para otro tipo de transporte, ya sean mercancías o de los niños yendo al colegio o señoras que van o regresan del mercado. En Malaca desde que descubrieron que un turista equivale a diez viajes de locales o más estos ni de coña suben a uno del villorrio y prefieren pasarse el día en la tertulia a perder el tiempo llevando a un pobre.