Venom


Ya no sé ni como escribir aquí que el cine de superhéroes, en su día era genial pero la sobresaturación lo ha terminado por convertir en lo peor de lo peor, con la clara excepción de las películas con guiones basadas en historias del comemielda de Tolkien y las que escribió la gilipollas esa con el tío que le pega jalás a la pava que se folla y todas las hembras en el cine gimen como perras en celo. Pese a lo dicho, al final tropiezo una y otra vez en estas películas, aunque este año estoy intentando que sea en sesiones DosDé, ya que lo de tener que ponerme unas gafas para ver estas cosas y además pagar un leuro y medio por el privilegio me parece algo impensable y que no hago. La última de estas películas es de un super-hiper-mega héroe del que no tenía ni puta idea de que existía, lo cual es buena muestra de lo muy poco que me mola ese mundillo. Se trata de Venom y en España se estrenó con ese mismo título y el subtítulo de truscoluña no es nación.

Un puto julay fracasado agarra una gonorrea rarísima o algún otro tipo de enfermedad sexual y a veces se le escapa por el ojete una especie de solitaria con una boca con unos dientes que dan más asco que la puta rumana de Puerkagón

Un gilipollas integral y supuestamente periodista jode su vida y su reputación y pierde el coñito que comía cuando hace una entrevista a un chulo-putas metido a empresario como el de los coches eléctricos gringo ese. Después de eso, malvive en San Francisco hasta que se le acerca una pava acarajotada que le da un soplo de unas movidas rarísimas y unos asesinatos de mendigos. Cuando lo va a investigar, acaba infectado por una cosa chunguísima, como la zorra esa truscolana que grita y sale en la tele y que hace que la bruja Avería parezca una supermodelo, que sí chico, la zorra de la Carmele, y la cosa que lo infecta como enfermedad de transmisión sexual se le sale por las manos, por el pito, por el orto y por cualquier otro agujero y le dice cositas sucias al oído y come cabezas de julays. A partir de ahí el chamo se desquiciará emocionalmente e irá de aquí para allá y tratará de que su antigua novia le perdone y le vuelva a dejar ponerle la pierna encima para que no levante cabeza o algo así y termina enfrentándose al empresario chulo-putas o similares.

Para ser una película de super-héroes, este es más bien algo dañino con la manía de comer cabezas de personas. La cosa es que ni eso lo hace muy interesante, esto es siempre más de lo mismo, sabemos que no puede morir para que haya segunda parte, sabemos que tiene licencia para matar y sabemos que ha de desarrollar grandes traumas para tener un poco de combustible emocional con el que darnos el tostón. La película entretiene pero no asombra y el pobre Tom Hardy, que normalmente es un buen actor, aquí parece que tiene problemas de estreñimiento y va de un lado a otro como tratando de empujar y romper el sellote ese que le impide jiñar. Prácticamente lo mejor de la película es Michelle Williams, que da igual lo que diga o haga porque es preciosa y maravillosa pero fue una lástima que no la pusieron más tiempo en pantalla o incluso quitar a los otros y hacer la película de la cruz tan grande que tiene esa pava por tener tan mal gusto a la hora de elegir quien le coma el potorro.

Esto igual les mola un montón a los miembros del Clan de los Orcos o no les mola nada porque quizás hay mucho diálogo y los personajes son un poco más complicado de lo que a ellos les mola. Definitivamente no es cine para los sub-intelectuales con GafaPasta.


2 respuestas a “Venom”

  1. Mi peque con un año en una tienda escogió un muñeco de Venom entre todo el estante de Spiderman, muñeco feo a su puta madre, pero he de reconocer que aún lo guarda y sigue entero.