360


A veces pienso que en la puerta del cine alguien me debería parar y hacerme realmente recapacitar sobre mis intenciones y con esa pausa, igual hasta desecharía películas que no debería ver pero que como no hay controles de calidad, acabo cayendo en ellas, por más que sean cine de filmoteca y tenga que ir al cine de los gafapasta un sábado por la mañana a horas intempestivas. De existir esa persona, igual me habría salvado del palo que me llevé con 360, película que tengo entendido que se estrenará en España a finales de octubre aunque no me hagáis mucho caso ya que no se ni de donde saqué la información.

Julay, julaya, chimpún, sacabó

Poco más o menos que todos follan con todos sin que venga a cuento y entre tanta cópula, uno se pierde.

Esta película ha batido todos los récords del 2012 en cuanto a sopor. Dormí y dormí y dormí tanto y sin embargo, en los momentos en los que me despertaba, me parecía que en realidad el sueño era el mundo real y aquel en el que ponían esta mierda de película era el mundo de los sueños. Las historias que pretenden contar un montón de pequeñas historias en paralelo y al final unirlas todas no suelen funcionar conmigo y esta es posiblemente el mejor de los ejemplos. No hubo manera de mantenerme despierto en el cine. Me quedé más tieso que la mojama y no era el único ya que detrás de mí un intelectual roncaba como un bendito y cerca del final de la sala se oían más ruidos. Para mi el guión ni tiene pies ni cabeza y no tengo claro qué historia querían contar. Los actores y actrices están tan perdidos como los espectadores y unos resultan interesantes y otros simplemente aburren. El director debía estar fascinado con su ombligo y no dejaba de mirárselo y con tanto karma negativo, el resultado naufraga y resulta ser un pallufo.

Otra película para olvidar. Ni te molestes en ir a verla. No lo merece.


Una respuesta a “360”