Uno de los lugares que visitamos en la isla de Duy Vinh fue la casa de la suegra del francés que organizaba las excursiones en bicicleta y la señora, que tenía pinta ancestral y seguramente vivió la revolución francesa en directo, estaba en el suelo de su salón haciendo esterillas, totalmente concentrada en la tarea y supongo que inmune a los visitantes que a diario pasan por su casa. La keli era muy sencilla y había una falta de muebles impactante que nos dijeron que se debe a que un par de veces al año llueve un montón, el río baja con una tromba de agua y el lugar se inunda metro y medio o así, con lo que suben todo a una especie de ático que tienen (incluyendo a la vieja) y por supuesto, muebles grandes y pesados harían la tarea imposible.