Últimos retales en Eslovenia con lluvia


El relato comenzó en Viajando a Eslovenia y la visita a Bled

Mi tercer y último día en Eslovenia era el día de la lluvia y la llovizna, algo que sabía y la razón por la que procuré verlo todo en los dos días anteriores. Mi avión salía a las cuatro de la tarde y con los horarios de las guaguas al aeropuerto, podía callejear durante la mañana. Al abandonar el hotel, me ofrecieron que me llevara un paraguas de los que la gente se deja allí pero pasé, mi chaqueta me protege fábulosamente de la lluvia y el paraguas sería un mamotreto que hay que cargar.

Iglesia de San Cirilo y San Metodio

Fui al centro con mi micro-mochila ya sobre la espalda y mi primera parada fue para ver la iglesia de los santos Cirilo y Metodio, que deben ser como el Mili Vanili del cristianimo porque van juntos a todos lados. Al parecer eran hermanos y su gran aportación a la humanidad fue el alfabeto glagolítico (manda-güevos la palabra). La iglesia es ortodoxa, está junto al parque más grande de la ciudad, el Tívoli y frente a la Galería Nacional. Por fuera se ve muy cuca y por dentro está petada de decoración, pero al pasar por allí estaban de misa de domingo, con miles y miles de millones de personas de pie porque los ortodoxos no saben de la existencia de los bancos en las iglesias y no había manera ni de moverte ni de hacer fotos. La iglesia es de los años treinta del siglo pasado, relativamente joven.

Galería nacional de Eslovenia

Ya comenté que la Galería nacional de Eslovenia está enfrente de la iglesia. Está hospedada en un edificio de 1896 que se construyó como centro cultural y no hay que ser ni pitonisa para saber que lo mejorcito de su colección de arte es el edificio, ya que si por algo no son conocidos los eslovenos es por esas maravillas artísticas de siglos pasados, que por allí ni pasaron ni se interesaron los grandes maestros italianos, españoles, holandeses, franceses o de cualquier otro lado. El museo cumple este año su primer centenario y por eso hay esa coña obscura delante del edificio.

Muralla romana de Liubliana

Mi siguiente parada me llevó a algo que para mi es épico y debería figurar en todas las guías turísticas pero que en la realidad es mayormente ignorado por todo el mundo. En Liubliana tienen aún un trocito de la antigua muralla romana de la ciudad, con cienes y cienes de años y a nadie parece importarle. Fui a retratar ese pedazo de historia que nos recuerda, claramente, que truscoluña no es nación.

Plaza de la República

Por supuesto que la lluvia no puede detenerme y llegué hasta la Plaza de la República, la más grande de Liubliana y mayormente triste por su aburrido diseño, que por si no lo notáis, es un rectángulo con pavimento. La hicieron en la segunda mitad del siglo XX (equis-equis) y ese fue el lugar en el que se declaró la independencia de Eslovenia en 1991 y todos sabemos la de movidas chungas que hubo por aquella barriada en esa época y el cariño infinito que se tienen entre todos los que anteriormente eran yugoslavos. No sale en la foto pero la Asamblea Nacional está allí, pero me daba pereza cambiar la perspectiva y seguir chupando llovizna.

Museo de la Ciudad de Liubliana

Desde allí me fui acercando más hacia el centro y llegamos al Museo de la Ciudad de Liubliana, que está en el Palacio Turjak, que es el edificio que vemos en la foto. Mirando información en Internet deduje que no era lo mío y eso que el día que pasé por allí creo que la entrada era gratuita, pero tengo que reconocer que mi tolerancia para este tipo de repositorios de cosas viejas cada vez es menor y después de haber pasado por algunos de los mejores del mundo, como que no me acaban de convencer los museos menores.

Monumento a Simon Gregorcic

Por allí cerca hay una plaza en la que en uno de los café había una multitud desayunando, con lo que esa es la zona por la que se quedan la mayor parte de los turistas y los sitios que eligieron no incluían el desayuno. Al lado de toda esa gente estaba el monumento a Simon Gregorcic, poeta y sacerdote esloveno del que ni tú ni yo hemos oído hablar en nuestras largas y fructíferas vidas porque es que somos así de ignorantes y ni nos avergonzamos de ello. No creo que el curilla cuando resucite y lo vea se emocione hasta las lágrimas, el monumento trae a mi cabeza la palabra espeluznante, pero escrito más bien como ESPELUZNANTE, en mayúsculas.

Museo geográfico esloveno

Y en esa misma zona está el Museo geográfico esloveno, que no estaba abierto ese domingo o al menos no a la hora en la que yo pasé por allí y que parece un edificio como de herencia problemática, como si dos hermanos hubiesen llegado a las manos y optaran por partir la keli de los viejos en dos en la herencia. En su interior hay una gran colección de mapas con lo que es que yo no me veía visitándolo ni jarto de whisky de garrafón. Dicho esto, a que mola el edificio.

Iglesia de San Santiago el Mayor

Después llegué a la zona del río, lo crucé y me acerqué a la Iglesia de San Santiago el Mayor, conocido por ser apostol, mártir y patrón de ESPAÑA. La iglesia se construyó en el siglo XVII (equis-uve-palito-palito) en estilo barroco, muy bonita por dentro y con el amarillo diarrea rala ese que tanto gusta en las iglesias canarias por fuera. La columna que se ve fuera es la Columna de Santa María y conmemora una victoria contra la chusma y la gentuza de los musulmanes.

Pasaje secreto hacia el castillo de Liubliana

Por detrás de la iglesia en otra calle aparece el pasadizo que se puede ver en la foto, un pequeño pasillo entre dos kelis y que te lleva a la loma en la que está el castillo. El buscador GooglEvil lo pone como un pasaje secreto pero vamos, que si pasas por allí lo ves con lo que de secreto nada de nada. Yo no pasaría por lo estrecho que es y porque seguro que allí en la oscuridad se ocultan ratas y truscolanes, ambas bestias deleznables.

Fuente de Robba de Liubliana

Ya se me estaban acabando las cosas que ver y como la mayor parte de las fuentes de Liubliana están cubiertas y protegidas del invierno, solo vemos esta Fuente de Robba de Liubliana que está al lado del edifiico del ayuntamiento y en una zona que ya hemos visto en alguna foto anterior. Esta fuente, conocida también como la fuente de los tres ríos eslovenos, es el monumento barroco más importante de la ciudad. Aunque alguno pueda creer que lleva allí cienes y cienes de milenios, se construyó en 1951, vamos que Genín es más añejo.

Básicamente, acabé con todo lo que hay que ver en la ciudad, salvo por una especie de zona que es como podemita en la que los frikis tatuados y con aros por todos lados de su cuerpo han creado una pseudo-zona cultural para mostrar las aberraciones que les salen de sus ortos gracias a las subvenciones que maman de los que de verdad trabajan y cotizan, que toda esa gentuza roja son así de despreciables. Cuando se acercaba la hora de la guagua al aeropuerto me acerqué a la estación y compré mi billete y como por arte de magia, salimos a la hora prevista y llegamos al mini-aeropuerto también en hora. Me tomé un cafelito en la cafetería con mirador sobre la pista y después pasé el control de inseguridad y esperé al embarque, el cual fue en hora.

Entre aviones de Transavia en Schiphol

El vuelo fue rápido y sin problemas e incluso conseguí asiento de ventana con lo que tenemos un épico despegue en la lluvia sin que se vea prácticamente nada pero lo mejor es el aterrizaje, que fue en la Polderbaan, la pista esa que está en el recarajo pero que esta vez y por la hora fue épico, primero porque se ven los preciosos campos de tulipanes, increíbles y maravillosos y es una lástima que no hayan crecido porque no los veréis. En cierto isntante he reducido la velocidad del vídeo y hasta lo he indicado porque en ese momento pasamos sobre Zaanse Schans y se ve el canal y los MOLINOS DE VIENTO que hay en esa atracción turística famosa en todo el universo conocido y por conocer. Después aterrizamos y en la foto anterior véis la zona Transavia en el aeropuerto, con una concentración de aviones de esa compañía. Este vídeo, de fábula está acompañado por la canción Demons del grupo Imagine Dragons. Si por una casualidad de la vida no veis el vídeo por debajo de este párrafo, está AQUÍ:

Volví en tren a mi casa y cuando llegué tenía hambre e hice lo que haría cualquier hijo de vecina de la Isleta, un bocadillo de mis épicas y fabulosas croquetas de trocitos de jamón serrano y puerro:

Bocadillo de croquetas de puerro y tacos de jamón serrano

Y así acabó mi visita a Eslovenis.


2 respuestas a “Últimos retales en Eslovenia con lluvia”

  1. Si claro, soy 10 años mas añejo que la plaza esa, nací en el 41 🙂
    El video fenomenal, la banda sonora, épica, un solo defecto: cortaste el video antes de que el avión parara, eso es un grave error 🙂
    Salud