Hoy tenemos una serie que está totalmente fuera del espectro de las que a mí me gustan y que definitivamente pretendía ignorar hasta el final de los tiempos pero en todos, repito, en todos los podcasts de cine y televisión que escucho, la ponían por las nubes y eso que en la mayoría la descubrieron cuando la echaron en América, que la serie se estrenó bastante antes en el Reino desUnido, que está producida por la BBC. La serie es de movidas hospitalarias, centrada en el departamento de pediatría y más bien en la zona del hospital en la que las hembras paren. La serie se titula This Is Going to Hurt y en España está en la plataforma digital y tal y tal de la empresa esa telefónica que usa la letra que está entre la eLe de Lerdo truscolán y podemita y la eNe de joputa truscolán y podemita, con el título de Esto te va a doler.

Un médico residente en un hospital público británico, en el departamento de ginecología o algo así, hace turnos prácticamente de día entero, trabaja casi cien horas a la semana, su vida privada se va a la mierda, está tan agotado que comete errores que pueden costar la vida de los bebés y de sus madres y por si no tenía bastante, encima es julandrón. Lo seguiremos en su descenso a los infiernos de un sistema sanitario público que por la desidia de los políticos se ha descompuesto y ahora es como una broma de mal gusto de aquello que llego a ser.

La serie es un drama y al mismo tiempo una comedia negra en la que el protagonista habla muchas veces hacia la cámara y en la que lo seguimos en sus errores y aciertos y en como algunos de esos errores lo traumatizan. También vemos como los políticos vienen a hacerse la foto pero les importa una mierda lo mal que lo están pasando los médicos y el personal del hospital y como muchas veces, las soluciones allí dentro se vuelven violentas y los securatas son los que más se lo curran. En la serie no se cortan a la hora de poner partos brutales, con la cámara que parece querer meterse por el coño pa’dentro y con escenas sangrientas que te dejan flipando. Esto no es el estilo ñoño gringo, esto es otra forma de hacer televisión, mucho más realista. El médico intenta ocultar todos sus problemas a su novio e incluso planea su boda mientras su vida laboral se desmorona por una mala decisión que casi costó la vida de un bebé y hasta algún compañero de él lo denuncia porque es que está fuera de control. El protagonista es Ben Whishaw y realmente lo borda y mira que este actor a mí me cae mal. Junto a él tenemos a Ambika Mod, que es la primera vez que veo en una serie o película y que también fue fabulosa. La primera y por ahora única temporada consta de siete episodios de unos cuarenta y cinco minutos cada uno que no te dejan indiferente y que casi que es mejor ver de uno en uno dejando al menos un día entre episodios para asimilar la información.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto te sobrepasa y ni te preocupes pero si eres un sub-intelectual con GafaPasta, este es el equivalente cualitativo en serie de televisión a los peliculones en el cine.