El clásico viaje a Gran Canaria por Navidad


El desplazamiento navideño desde la ciudad de Utrecht hasta Telde en Gran Canaria es cada año una pequeña aventura. La del 2009 ha comenzado con mi jardín aún cubierto por más de veinte centímetros de nieve en la mañana del 23 de diciembre. Me acosté tarde preparándolo todo y me levanté temprano para terminar de empaquetar las cosas y asegurarme que el transporte público funcionaba con algo de normalidad. Un día antes aún no circulaban Intercity entre el aeropuerto de Schiphol y la ciudad de Utrecht y aunque para ese día habían prometido que se restauraría un 80% del servicio uno nunca se puede fiar. Por lo que indicaban las páginas de la compañía de trenes y de autobuses todo iba bien y alrededor de las nueve menos cuarto de la mañana salí de mi casa y fui a la parada de guaguas llevando dos trolleys, el grande que facturo y uno pequeño para llevar en cabina. Suelo preferir una mochila pero algunos de los regalos navideños no me entraron en la maleta y no tuve otra opción. La temperatura al salir de mi casa era de dos grados.

La guagua llegó puntual y el viaje hasta la estación solo tuvo unos cuantos patinazos en algunos sitios en los que el agua nieve se la jugaba a los neumáticos del vehículo. Una vez en la misma, compré mi billete y tomé el tren de las 09.13 al aeropuerto. En los paneles informativos del vestíbulo indicaba un andén pero al llegar al mismo los paneles decían otra cosa así que hubo algo de confusión. Me senté en el último vagón, el cual iba casi vacío y maté la media hora del viaje haciendo fotos con el teléfono y jugando. Las fotos deberían acompañar esta anotación pero me temo que no tengo ni las herramientas ni las ganas de hacerlo mientras estoy de vacaciones así que tendremos que pasar sin ellas.

El aeropuerto de Schiphol estaba muy animado y este año no se veían árboles de navidad andantes ni ninguna de las boberías de años anteriores. Se nota que estamos en año de crisis. Aunque siempre juro que no vuelvo con ellos nunca más, acabé eligiendo Iberia y creedme si os digo que miré combinaciones que incluían el aeropuerto de Düsseldorf, el de Münster y hasta Weeze. Me compré mi billete en la primera semana de julio y me costó 340 ??. El mismo billete volando con la combinación KLM / Air Europa costaba seiscientos y pico euros y si optaba por ir con Transavia en vuelo directo a Gran Canaria, tenía el económico precio de ochocientos y pico euros. Si tenemos en cuenta que esta última es una aerolínea de bajo costo, alguien les tendrá que explicar a sus directivos el concepto porque les viene mejor el lema de aerolínea de ladrones de altos vuelos. Esta última compañía no permite comprar los vuelos de esas fechas hasta octubre y si esperas con los dedos cruzados hasta ese momento, cuando desvelan el abusivo precio y miras hacia Iberia o KLM te encuentras que ya no quedan plazas libres.

El día anterior en la oficina había hecho lo de la facturación online y elegido mis asientos. Solo tenía que dejar el equipaje pero la señalización en la zona de Iberia no era muy buena y terminé haciendo la cola general, lo cual tampoco me importó demasiado porque iba sobrado de tiempo. En Iberia este año se habían adelantado a las nuevas normas norteamericanas y tenían tolerancia cero con el exceso de equipaje o el equipaje de mano. Solo dejaban pasar un bulto en cabina y además tenía que pesar menos de diez kilos y entrar en el armazón de hierro que tienen frente a los mostradores. La gente sacaba ropa de los trolleys y se la ponía encima porque muchos de ellos estaba claro que no entrarían allí. El mío pasó justito y de peso también iba bien pero la impresión de una compañía «normal» con estas exigencias fue muy mala. Uno espera un trato así de aerolíneas de las que te llevan por cuatro perras gordas pero no de una de las supuestas «grandes». Acabarán por matar su negocio. Si vamos a ir en plan gitano, que pongan precios acordes.

En el control de seguridad fue el mismo cachondeo de siempre. Quitarse cinturón y demás y pasar un montón de medidas vejatorias sabiendo que si un terrorista quiere entrar algo lo hará y el destino me ha dado la razón un par de días más tarde y hasta con la seguridad de ese aeropuerto. Una vez llegué a la zona supuestamente segura me acerqué hasta la puerta de embarque y me tomé un café mientras esperaba por el avión. El vuelo salía al mediodía. Hablé con los amigos para despedirme, mandé cuarenta o cincuenta mensajes para gastar mi cuota mensual y mi amigo el Niño me dijo que igual se pasaba a despedirme además de indicarme que mi avión llegaría más o menos en hora y no saldríamos con retraso. Su empresa se encarga de algunas tareas en el aeropuerto y justo ese día estaba allí controlando a sus equipos.

Con quince minutos de retraso comenzó el embarque. Yo iba en la parte de atrás del avión con lo que entré de los primeros. A mi lado se sentó un cabezudo, un papagüevo o eso que otros más politicamente correctos llaman un coreano de mierda. La cabeza era como un barreño de treinta litros y cuando la movía producía turbulencias en la cabina. Por si alguno llegó hace dos días y todavía no lo sabe, a mí que seas blanco, negro, verde, azul marino o fluorescente me da igual. Tampoco me preocupa que te gusten las almejas, los nabos o le pegues a todo. Los que si que no aguanto y desprecio hasta el infinito y más allá es a los coreanos. El puñado que he conocido me ha hecho catalogar a esa raza como prescindible y si existe alguno bueno me la trae al fresco. Normalmente no hablo con nadie que se siente a mi lado pero si encima es un sub-humano todavía menos así que procuré no tener ningún tipo de contacto en las dos horas y media que estuve expuesto a la influencia de esa sub-especie. Al llegar a Madrid el piloto escoró el avión hacia la derecha para compensar el peso adicional de aquel cabezón que cuando se movía agitaba hasta las alas del aparato. En el vuelo me eché varias cabezadas. El aterrizaje fue de esos en plancha en los que el avión rebota y se te forma un nudo en el estómago. El piloto dijo más tarde que su compañero había hecho un gran aterrizaje pero creo que no compartimos el concepto de gran aterrizaje ya que mi idea del mismo es cuando se posa suavemente en la pista y no cuando parece que vas montado en un saltamontes. La temperatura en Madrid era de catorce grados. Para cuando el avión estaba enganchado a la pasarela y salió toda la gente que iba por delante de mí, eran las tres y cuarto.

En Madrid me dejaron en la terminal 4 y mi siguiente vuelo salía de la 4S. No hay mayor cagada que hacer dos terminales unidas por un tren y Madrid es un buen ejemplo. Prefiero ir por las rancias y vetustas terminales 1, 2 y 3. La 4 es muy bonita pero una mierda para el pasajero. Tardé media hora en llegar desde la terminal 4 a la 4S. Caminé hasta hartarme, después tuve que coger un tren, luego subir mil millones de escaleras mecánicas y cuando pensaba que ya estaba allí tuve que seguir andando. En algún punto de ese recorrido vi un garito y me compré un bocadillo y un refresco. Entré a mear en uno de los baños de esa flamante terminal y tuve que salir a coger aire porque el pestazo tumbaba. Uno espera que en una ciudad que se cree Olímpica y que se vanagloria del cuarto aeropuerto de Europa (o quizás del mundo) tienen unos baños en su aeropuerto acordes a sus aspiraciones pero no es así. Y no será porque no vi limpiadoras, lo que no las vi trabajando. Estaban todas en corrillos o directamente perdidas en acción.

El embarque de mi siguiente vuelo comenzó a las 4 de la tarde. De nuevo entré de los primeros porque iba en la penúltima fila. El avión era un Airbus A340. De todos los modelos de aviones que existen, este es el que menos me gusta. Nunca he tenido un viaje sin problemas en uno de esos cacharros. Mi fila era la 37 por lo menos. A mi lado no iba nadie. Sobre las cuatro y veinte todos estábamos dentro, cerraron puertas y cuando me las prometía tan felices, no pasó nada. Diez minutos más tarde el piloto avisó que debido a la huelga encubierta de los controladores aéreos, esa casta en la que cuando llamas a alguno hijo de puta en realidad estás describiendo un hecho comprobable, no le permitían encender los motores hasta pasadas las seis de la tarde. Cundió el desánimo por la cabina. Hora y media de espera. Sigo sin entender por qué en pleno siglo XXI necesitamos pilotos y controladores. Yo volaría más tranquilo si todo está informatizado.

Cerca de las seis pulsó el botón de arranque o lo que quieran que hagan, nos empujaron y nos pusieron apuntando en la dirección adecuada y comenzamos la andadura. Alrededor de las seis y cuarto nuestro avión corría por la pista, agitándose un montón y con unos sonidos como si se fueran a caer cosas desde el techo. El despegue fue agitado y las turbulencias no cesaron en ningún momento. Las alas se movían como las de los pájaros y más que un avión era como una coctelera enorme. Pasé el vuelo viendo episodios de las series de televisión que me gustan y siempre con una mano sobre el portátil por si se volaba. El avión iba muy despacio por culpa del viento en contra y tardamos tres horas en llegar a Gran Canaria. Cuando comenzó a perder altura para aterrizar se empezó a mover más que nunca. Cuando volábamos sobre la playa de la Garita tuvo un bajón de un par de segundos en el que pensé que ya nos quedábamos y por supuesto que no vi toda mi vida ante mis ojos. Más bien calculé la temperatura del agua porque recuerdo que en Titanic, el Leonardo DiCaprio no pasaba de los cuatro minutos en el agua. Las ruedas giraban en el aire como locas haciendo un montón de ruido, las alas subían y bajaban varios metros como si en lugar de motores el aparato tenía músculos y los ruidos habituales se veían alterados con aquel trajín. Para cuando el avión llegó a la pista iba todo escorado hacia la izquierda y aterrizó de una forma un tanto extraña. Las uñas las llevaba clavadas al asiento.

En el aeropuerto de Gran Canaria nunca conectan estos aviones grandes a las pasarelas así que tuvimos que ir en autobús a la terminal y por suerte mi maleta salió de las primeras y antes de las ocho y media estaba fuera del aeropuerto camino a casa de mis padres. Ahora solo me espera lo peor, el viaje de vuelta, el cual comenzará en un vuelo de madrugada porque no tenían otro disponible. La temperatura en Gran Canaria al salir del aeropuerto era de 26 grados. Si tenemos en cuenta que salí de mi casa a las nueve menos cuarto y que en Canarias hay una hora menos, fueron cerca de trece horas de viaje.

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13 respuestas a “El clásico viaje a Gran Canaria por Navidad”

  1. Menos mal que te lo tomas con buen humor. Si me toca hacer un vuelo asi… es que no me lo quiero ni imaginar. Mal a me pongo solo de pensarlo.

  2. Pues si tú clavaste las uñas en el aterrizaje, con la de aviones que coges continuamente, a mi me da un ataque al corazón sin esfuerzo, vaya.

  3. Virtuditas y Montse, normalmente tengo suerte y los vuelos transcurren en perfecta normalidad. Lo de este viaje espero y deseo que haya sido excepcional.

  4. Jo tío, vaya paliza de viaje. Y los controladores siguen dándose de baja, así que tu vuelta no sé cómo va a ser…

    Oye, gracias por el águila con pez. Me ha llegado hoy y es una foto fantástica. Un detallazo.

    ¡Felices Fiestas!

  5. Espero que como mi avión sale de madrugada tenga más suerte. Sí que tardó en llegar, las mandé hace como dos semanas. Han habido otras confirmaciones pero las de Málaga por ejemplo no parecen haber llegado.

  6. Ayer lei que un controlador en españa gana como minimo por año 350.000 euros, jejeje y con todo y eso hacen huelga jejeje. Un beso.

  7. Yo también lo leí y aún estoy alucinando. Me equivoqué de profesión totalmente. Que te paguen una pasta y que encima puedas joder al prójimo todo lo que quieras y más no tiene precio.

  8. Con las pagas incluidas o prorrateadas? porque si van prorrateadas….. dios, me pongo mala, quejetatienenalgunosdiosmio.

  9. Igual hasta se están quejando por la crisis… 350.000 euros anuales, casi ná, creo que voy a llorar cuando vea la próxima nómina.

  10. PERO RECUERDEN QUE ESE ES EL QUE MENOS GANA EH! NO QUIERO IMAGINAR LO QUE COBRA EL QUE MAS COBRA, MEJOR NO SABERLO Y SER FELICES EN EL 2010. Lo que lei ademas es que el que minimo cobra el de los 350.000, esta por encima del que mas cobra en el resto de europa, yo tambien me equivoque de profesion tenia que haber sido controlador aereo o novia de jesulin de ubrique MENTIENDES???? jejejeje. Besos FELIZ 2010 para TODOS.

  11. Tía, es mejor ser pobre a tener al baboso ignorante ese en la cama, Mentiendes??? Si quieres novio rico y tonto, mejor un Borbón o algún actor americano.