Sabiendo que se estrenaba una película española de terror en los días en los que pasaba por España de vacaciones, no podía dejar escaparla y así, el mismo día del estreno convencí a un amigo para que me acompañara y tras una aventura para entrar en un centro comercial en Navidades y conseguir aparcamiento, nos sablearon con los precios abusivos del cine en este país y hasta querían un leuro más por darnos gafas cuando yo me traje las mías desde los Países Bajos. La película en cuestión debe ser la primera de terror en la Tercera Dimensión hecha en España y salvo por una escena muy especifica, se podrían ahorrar el esfuerzo de rodar con esa tecnología que cansa un montón los ojos y la mayor parte de las veces no aporta nada a las historias, aunque ciertamente, todas las escenas de sexo sin putas sabanas en las camas para que obstruyan las vistas deberían grabarse en 3D. La película es XP3D y en IMDb le han puesto hasta titulo en ingles.

Un grupo de julays se van al campo a padecer y morir y tal y tal y tal ??

Un profesor de universidad con una pinta de malaje que no veas encarga un trabajo a cinco estudiantes para que demuestren que los fenómenos paranormales (que no para anormales) no existen y los manda a un pueblo fantasma en donde les dan candela de la buena con el espíritu de un medico que podría haber trabajado con los nazis en los campos de concentración y hasta le habrían dado un buen ascenso.

La película tiene un comienzo algo lento y más bien dedicado a mostrarnos a todos esos jóvenes que conocemos de las series de Antena 3. Una vez se completa el grupo con una sexta chica que parece un poco friki, salen todos para el campo y llegan al poblacho. Una vez allí doran la píldora durante un rato con las típicas polladas y estereotipos hasta que por fin comienza la carnicería. Con solo seis protagonistas y conociendo la regla de que al menos uno y mejor si son dos han de sobrevivir, no queda mucho espacio para matar basca y lo tratan de completar con unos flashbacks a la infancia de dos de las jóvenes que no terminan de funcionar. Las muertes están bien hechas, tienen bastante crueldad, algo que todos esperamos con ansia, pero aún así, te queda en algunos momentos una sensación extraña porque algunas escenas parecen estiradas innecesariamente para conseguir 90 minutos de película, algo que mejor hubiesen rellenado con los crímenes previos en el pueblo o incluso matando a un par de jóvenes más. Pese a esto, nos lo pasamos bien, no salimos del cine echando pestes e incluso hay una escena en tres dimensiones que nos impacto y recordaremos un tiempillo. Como fans de la serie Los Protegidos, me lo pasé muy bien viendo a Maxi Iglesias y Luis Fernandez haciendo de amigotes.

En definitiva, que para ser de terror y española, les ha quedado bien y seguro que el Clan de los Orcos se puede reunir y acudir en manada a verla. Obviamente no es cine apto para subintelectuales con gafas de pasta pero tampoco ellos estaban en la mente de los productores cuando pusieron el dinero.