Acento


En las últimas tres semanas han habido al menos tres ocasiones en las que alguien se ha referido a mi acento. Yo era de los que creía que una vez pasas tiempo con la gente se te pega la forma de hablar de ellos y estaba convencidísimo que tras unos años en los Países Bajos, hablaría español como un guiri. Resultó que no, que al haberme criado en la Isleta, mi código genético fue impregnado en las fortísimas raíces del Canario y los cambios solidificaron y se convirtieron en permanentes. De hecho, hoy por hoy si alguien quiere saber como era el idioma Canario de hace tres lustros, yo soy el referente vivo más importante en todo el universo conocido o por conocer. Tras dieciséis años fuera de Gran Canaria, puedo confirmar y confirmo que mi acento es tan fuerte y claro como cuando vivía allí. Obviamente, siendo canario yo no escucho el acento de mi tierra y más bien escucho que la gente habla normalmente. Noto los acentos madrileños, los gallegos, los andaluces o los de cualquier país latino en América. Todos salvo el mío, que quizás sea el más fuerte de todos. En el tiempo que he pasado aquí, mi acento no solo no se ha debilitado, se ha reforzado para defenderse del ataque de los otros idiomas que chapurreo o hablo. Así, mi amigo el Rubio me recuerda al menos una vez por semana que debería apuntarme a clases de inglés para ver si me corrigen el habla, que es inglés con acento canario. Mi holandés carece de los escupitajos y los sonidos guturales, soy incapaz de crear en mi boca la «u» esa rara que no es «u» y suena como un Canario hablando holandés con acento de la Isleta. Mi italiano ha adoptado el acento canario y lo ha sublimado y hasta mi profesor, que al principio recelaba y me corregía, ha terminado por aceptar que yo mejoro su idioma y le concedo una cierta gracia Canaria que nunca antes había tenido. También me pasa con el portugués. El acento canario es tan fuerte que transforma todos los idiomas que conozco y al menos en mi caso, no hay manera de que se me pegue ningún otro acento.

Y no podemos decir que sea porque no hablo otros idiomas. Aunque escribo todos los días en español, salvo por las conversaciones con mi madre, puedo pasar días o semanas usando únicamente el inglés, con las dos horas de italiano semanales y alguna incursión en holandés y pese a esto, el Canario los domina a todos.


3 respuestas a “Acento”

  1. Si los misterios del acento son la leche, normalmente yo hablo castellano con tropezones de andaluz, inglés y alguno de italiano, pero vamos, que suena español mas o menos normal, sin embargo, si me pongo a hablar con un venezolano, entonces hablo venezolano rajao y ni me entero, lo se por mis hijas…:)
    En cualquier caso, estoy de acuerdo contigo que el acento canario mejora las pronunciaciones de los distintos idiomas, en general, las dulcifica… 🙂
    Salud

  2. Reconozco que a mi me flipa el acento canario. Cada vez que paso por las islas disfruto escuchando.
    Por lo general he de decir que me gustan los diferentes acentos, sobre todo los españoles, un poco menos oír hablar a los gaditanos (es que no les entiendo, yo lo intento pero no hay manera) y a los madrileños (porque será que como es el acento de la TV ya no les noto el acento y pierde gracia).