Siendo las circunstancias de la vida las que son, el mayor escándalo ciclístico de los Países Bajos de la historia ni me he molestado en mencionarlo, aunque el otro día hice una foto de una de las presuntas bicis y hoy, cuando elegía la que vemos, una Babboe Pro Trike XL he descubierto que esta es otra de las bicis del escándalo y actualmente no se puede ni se debe comprar. Resultó que la empresa Babboe esa, tenían un fallo de diseño que hacía que las bicis se partan y han habido y hubieron un montón de julays llevando cargas preciosas como sus niños cuyas bicicletas se partieron y la empresa obligaba a los empleados a negar que fuera un problema y hasta a echar la culpa a los clientes y cuando un empleado, con una profunda culpabilidad lo hizo público, se montó un pitote y hay un montón de estas bicicletas retiradas y un montón aún mayor a las que le tienen que hacer cambios drásticos y la empresa, con un nefasto control social del problema, ha quedado estigmatizada para los restos y hay que estar requetequete-chiflado para comprarte una de estas bicis. En la que vemos hoy, por la módica cantidad de cinco mil cuatrocientos cincuenta y cuatro leuros, te vendían una bici de carga que se parte por la mitad y que además, cuando no se parte te permite llevar una carga en esa caja enorme de unos cien kilos. La caja tiene un volumen de 900 litros, pero vamos, si le metes agua, eso se escoña pero que sí. Tiene un motor central y un radio con batería entre cincuenta y setenta y cinco kilómetros.