Blancanieves


Siempre que paso por España aprovecho para empaparme del cine del país, por lo menos mientras sigan haciendo películas, que imagino que cada vez serán menos ahora que está en plena implosión. Dependiendo de la época, la cartelera florece con películas de la zona o es un erial. Estos días de octubre no parecen ser muy buenos pero de alguna manera conseguí ir a ver una película que se estrenó a finales de septiembre y que sobrevivía en un par de sesiones en uno de los cines. Se trata de Blancanieves y ya sabéis que es probable que siga en cartelera en otros lugares del país.

Una julay acarajotada se junta con un montón de enanos que parecen sacados de una película de Russ Meyer y que le quieren hacer pupita vaginal

Un torero queda tetrapléjico por culpa de un fotógrafo y en el mismo día su esposa muere al parir a su hija. A partir de aquí la niña se criará en casa de una tía y el padre se volverá a casar con una enfermera avariciosa y malvada como los políticos españislavos. Cuando la tía muere, la niña se muda a casa de su padre y descubrirá que su madrastra lo tiene secuestrado y lo trata mal, acabando por matarlo. A partir de ahí comenzará una nueva vida para la chica, en compañía de un circo de enanos toreros.

Bueno, bueno, bueno. Una película basada en un cuento que todos conocemos y al que le han ajustado las tuercas y lo han retocado hasta dejarlo reconocible. El guión es una pequeña joya, un festival de cosas que todos conocemos pero que se cambian ligeramente, se doblan un poco y se alteran en esta historia que transcurre en los años veinte en una España folclórica en la que el toreo es lo más grande que hay en cuestión de entretenimiento. Es una película de cine mudo, es decir, no hay diálogos que se puedan escuchar y como mucho de cuando en cuando tenemos un cartel en el que podemos leer lo que dicen. Van tan sobrados que no les hace falta el tener sonido, la película te absorbe, la historia es muy buena y el papel de madrastra interpretado por Maribel Verdú es antológico. Se come la cámara en cada uno de sus planos y nadie consigue hacerle sombra. Los enanos también son fabulosos y aunque entran bastante tarde en la historia, en seguida consiguen cambiar el tempo con el que se movía y agilizarla, destilando cariño, amor, odio, rabia, cachondeo y un montón de emociones más. Entre ellos y la madrastra da un poco igual que tanto la niña como la joven que interpretan a Blancanieves no estén a la altura del resto. Durante toda la película la música se mezcla con las imágenes, a veces solo para indicarnos la velocidad a la que transcurren las cosas y en otras formando parte de lo que sucede en la pantalla. El blanco y negro, el tipo de película que usaron, el encuadre, todo funciona como una máquina muy bien engrasada para conseguir un gran producto.

Totalmente prohibida para miembros del Clan de los Orcos ya que no hizo la miel para la boca del cerdo pero para los demás, sobre todo para aquellos que gusten del buen cine, esta debería ser una de esas que no dejaréis escapar.


3 respuestas a “Blancanieves”

  1. La ponen bien, me alegro que te gustara. Por cierto, dónde está el buscador, que quiero repasar tu último viaje a Londres y no sé cómo encontrarlo.