Sigo empeñado en iluminaros en el mundillo de las casas flotantes y hoy tenemos una semi-adosada. Aquellos con unas capacidades intelectuales más desarrolladas seguro que notarán la simetría, hay dos viviendas en esta casa flotante y como en casi todas las que hemos visto hasta este momento, el espacio está aprovechado al máximo en estas pequeñas casas en los canales de la ciudad de Utrecht. Las escaleras holandesas son muy distintas a las españolas y están pensadas para cambiarte de nivel de manera brusca, con escalones pequeños y mucho más altos que en España. Básicamente, en estas casas (o en la mía), si has bebido, la única manera segura de subir o bajar por las escaleras es a cuatro patas, o eso, o te escoñas, algo que sucede con más frecuencia de la que parece.