Ciento cincuenta centímetros


Los denostados “expertos”, determinaron científicamente que la distancia segura entre grupos en mesas de bares y restaurantes debe ser de ciento cincuenta centímetros o metro y medio. Llegaron a esa cifra tras complicadas operaciones matemáticas, físicas y químicas y se la comunicaron al gobierno que a su vez se lo comunicó a todo el mundo. En todo ese tejemaneje, a nadie se le ocurrió dotar a la policía y a los inspectores con una cinta métrica y que vayan local por local midiendo y multando. Eso no se hizo. Las asociaciones de hostelería del país, visto que les jodían el negocio, tomaron el sistema métrico decimal y crearon una rama, conocida como el sistema métrico de hostelería, uno que no solo se usa en España, también en todos los países de la Unión Europea. En el sistema métrico de hostelería, el metro mide veintiséis centímetros y la distancia segura se corresponde con cuarenta centímetros del sistema métrico decimal, el que usamos todos los demás. Así, en toda Gran Canaria, en terrazas y en el interior de los locales, la distancia entre mesas es la misma o menor que tenían antes de la regla del metro y medio porque ellos en realidad ponen cuarenta centímetros. Después a algunos les parece raro que hayan tantos rebrotes, si hay restaurantes en los que miras desde la calle hacia adentro y flipas con la cantidad ingente de comensales.

La ventaja del sistema métrico de hostelería es que transforma a todos los que tienen micropene en pollardones, con unas trancas como las de los caballos, ya que un totorota de esos con un rabo de ocho centímetros usando el sistema métrico decimal, se jarta a fardar con su tranca de treinta centímetros, una cosa inhumana que tiene que provocar el desmayo del que la cargue, por no decir que debe provocar dolores de espalda y seguro que un montón de cosas más.

Visto que en hostelería se toman el virus a cachondeo y les importa una puta mierda la salud de las personas que van a sus locales a consumir, en estas vacaciones en Gran Canaria he optado por prescindir totalmente de ir a bares y restaurantes y si alguien quiere, se pide para traer a domicilio y se consume en un entorno seguro y en el que no tienes a una banda de becerros a cuarenta centímetros de tu espalda, aullando como hienas y por supuesto, sin usar una mascarilla, que su uso es meramente estético y no de ningún otro tipo.

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Una respuesta a “Ciento cincuenta centímetros”

  1. Haces muy bien, y eso que Canarias es el único lugar de España que Acepta Alemania para que vayan sus ciudadanos, a Baleares, ya la quitaron tambien. Yo solo voy al super y a la farmacia, porque no tengo mas remedio, tambien salgo a caminar por el campo mi hora diaria, pero es todo, lo demás, todo en el ranchito, aquí vienen muchos temporeros del campo, de Africa, y no hacen ni puto caso a las normas, pero los nacionales no creas que mucho mas, pero si que se nota.
    Salud