En uno de los dos tours en los que paseamos por los pantanos que rodean Nueva Orleáns (swamp) hice esta foto de una isla de jóvenes cipreses en un claro en el que sobresalen del agua los troncos de otros cipreses talados. En esta zona el hombre demostró su ansia más depredadota arrasando un paraje natural de valor incalculable para vender la madera de estos árboles.