Después de la sequía de las últimas semanas, retomo el saludable hábito de ir al cine y lo hago con Diarios de motocicleta. Reconozco que tenía mis dudas, ya que me daba la impresión que iba a ser un panfleto político. Nada más lejos de la realidad. Es una joya, un placer para la vista, para el oído y para todos los sentidos.
El director Walter Salles, del que yo sólo conocía Estación Central ha tejido una historia muy tierna sobre el viaje de dos jóvenes por gran parte de sudamérica. Un viaje iniciático en el que descubren un continente abrumadoramente hermoso. Los dos jóvenes son Gael García Bernal (que hace el papel de Ernesto «Che» Guevara) y Rodrigo de la Serna (Alberto Granado). Ambos están magníficos, excelentes, soberbios. He salido del cine con unas ganas terribles de meterme en un avión y marcharme a recorrer sudamérica durante un par de meses con un par de amigos, aunque me temo que ya nada será como era en aquel entonces.
Durante las casi dos horas que dura la película no puedes despegar los ojos de la pantalla. Vives lo que ellos viven, descubres lugares y situaciones impensables. Todo ambientado con una música absolutamente fantástica. No puedo añadir mucho más, pero os recomiendo encarecidamente esta película. Por descontado, descerebrados, pachangueros y aquellos que no son capaces de seguir diálogos con más de veinte palabras, absteneros.
4 respuestas a “Diarios de motocicleta”
chipi chipi
si me dices que hay de algo de gays en esta peli paso de verla, se que fijo te gusta las pelis de gays y a mi me llaman la atencion tanto como un partido de futbol
El ché Guevara no moja mucho, pero el otro mujer que ve, mujer que empenena.
Gael García Bernal iba al gimnasio Palestra, en Madrid, que yo frecuentaba, y tenía un cabezón que parecía un milagro que pudiera mantenerse en pie.