Divagando que es gerundio


Siempre que estoy de vacaciones me da por pensar en cerrar la bitácora. No es un pensamiento que cuaje, pero está por ahí rondándome la cabeza. Mientras siga siendo divertido no lo dejaré. Por ahora esto es más entretenido que cualquier basura de la que ponen en la tele y como soy yo el que elige la programación, pues aún más chachi. Estos pensamientos me sobrevienen cuando llevo dos horas bajo el sol y toda mi piel comienza a adquirir esa tonalidad entre roja y morena, en el momento en que todo el betacaroteno que he estado tomando en las semanas anteriores aflora a la luz. Yo desde que descubrí las píldoras esas me cambió la vida. Antes era todo sacrificio, horas de playa con protección solar y el sacrificio necesario. Ahora, con unas semanas tomando una píldora al día y un poco de protección solar es más que suficiente. Mis amigotes, que van super-retrasados en esto de los avances tecnológicos, continúan esperando a ver si me salen nuevos apéndices o se me tuercen las orejas antes de dar el salto al universo del betacaroteno. Ellos se lo pierden. A mí me llegaron noticias por primera vez a través de una de mis amigas que había oído que decían que parecía ser bueno. Corrí a la farmacia a comprarlo y desde entonces estoy abonado. En Holanda me costó un poco encontrar las pildoritas, pero finalmente lo conseguí con algo de buena voluntad y la ayuda de un amigo holandés que trataba de explicarle el concepto a la dependiente turca que jamás se pone bajo los rayos del sol y para la que casi todo lo que hacemos o decimos es pecado mortal. El nombre de la marca holandesa que estoy comprando es Zonnebruin. A pesar de las pastillas, hay que tener paciencia y pasar las horas en la playa, alternando entre el boca arriba y el boca abajo. Sólo aquellos que siguen el camino de la luz consiguen un buen color. Y el tomar las pastillas no quiere decir que hay que descuidar la protección solar. Uno de mis amigos, que es barriobajero y oyente habitual de música chapera, se compra los bronceadotes más baratos y pretende que le proporcionen el mismo servicio que los que yo compro. Eso, querido amigo, jamás sucederá.

Siempre al volver a los Países Bajos me sobreexpongo mediáticamente para que la gente disfrute de mi color antes de que la piel desaparezca, que yo mudo continuamente el pellejo, al igual que las pelanduscas y los cantantes de reggaeton. Para prolongar un poco más la vida de esta cuasi-difunta piel morena, la embadurno con cremas hidratantes de forma masiva. Es lo más cerca que estaré de los metrosexuales de mierda en toda mi vida, aunque posiblemente las cremas que yo uso son de mucha más calidad que las que ellos compran.

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7 respuestas a “Divagando que es gerundio”

  1. mira que eres luser…. estar morenos es de pobres de espiritu, luego presumes de que eres un lobo…
    hoy vi LIBROS SOBRE COMO SER METROSEXUAL EN EL CORTE, SINO FUERAN TAN CAROS (COSTABA MAS DE 1€) TE LO COMPRABA 😀 JOASJOASJOAS

    me pille el volumen 5 de la torre oscura pero parece que del 1 al 4 están agotados en todos lados!!, me falta el 4 !! :0

  2. He estado un buen rato de esta mañana ociosa leyendo las historias de la pagina y me he reido bastante. Tambien he aprovechado para visitar otras paginas que recomiendas y me sorprende la cantidad de movidas que la gente se curra y que desbordan originalidad y gracia. Yo estuve tres años currando en alemania y fue alli donde me aficioné a escribir y en vez de el turco me hice muy amigo de un yugoslavo a quien apodé «la hormona», este pillaba mas que el turco pero su cerebro en forma de polla le impedia razonar algo que estuviera mas alla de follar, follar y follar.En fin, felicitaciones por la pagina.Un saludo

  3. El placer de escribir y reirme mientras lo hago es lo que mantiene este ricón atemporal con vida. Me alegro que te haya gustado.
    El pobre de mi amigo el turco está un poco demonizado y él lo único que quiere es que alguien le ponga la pierna (a ser posible a menudo) encima. Tengo amigos holandeses pero de esos no escribo porque son muy sosos, algo que no terminan de comprender cuando se lo explico.

  4. Con los holandeses las he pasado putas con el coche. Antes iba de vez en cuando a Eindhoven a ver a unas amigas y era llegar y todo el mundo pitarme,largas, adelantamientos macarras y de peaton peor todavia, en contra de lo experimentado en el resto de europa, estos cabrones aceleran desde 500m cuando ves que vas a cruzar un paso de cebra, y los taxistas parecen que van de farlopa y se acaban de tragar un episodio de miami vice.Igual he tenido mala suerte y son mas tolerantes, ahora que acabo de regresar a Madrid lo estoy flipando con las putas obras y la mala hostia que reina en el ambiente.Pero la peor experiencia fue llegar deshidratado tras 6 horas de viaje al sol, a las 7 de la tarde un sabado a Amsterdam sin saber la direccion del albergue ( del que se podria escribir un libro) sin un puto aparcamiento, nisiquiera un Parking, parecia un videojuego en el que los turistas fumados, los perros callejeros, los policias en bici y los borrachos en todas sus modalidades, impediesen que yo llegara a mi destino.Disculpas si me he alargado demasiado, siempre lo hago.Duro contra las putas K narias y la mierda que reina en la tv de nuestro pais.

  5. Seguramente llegabas con un coche con matrícula alemana. Lo raro es que te piten. En mi ciudad ni recuerdo cuando fue la última vez que oí la pita de un coche.
    El arte de cruzar una calle se basa en múltiples variantes. Jamás cruces si lo que viene es un coche de aspecto deportivo y color negro, o un BMW o un Mercedes. Estará casi con toda duda conducido por un turco que va a por tí. Si es una motocicleta y hace eses, abstente. Ese es marroquí y son aún más peligrosos. Si es una vieja o viejo, no tienen visión periférica y te llevarán por delante sin darse cuenta. Así que miras a un lado, miras al otro y corres. O vas en bici, las bicicletas SIEMPRE SIEMPRE tienen derecho de paso.
    Lo de Amsterdam es bien conocido. No se puede ir en coche y en caso de hacerlo, los aparcamientos tienen unos precios de abuso.