Drama total


Ya sabéis que el relato de mi vida no es completamente lineal y que además de saltarme capítulos altero el orden cuando me conviene. Lo que voy a contar hoy sucedió cuando volví de Gran Canaria a finales de marzo.

Después de llegar a casa tras unas vacaciones la rutina es siempre la misma. Abro el trolley en la planta baja y saco todas las viandas y después lo subo a la planta alta de mi casa y acabo de sacar el resto, tarea que puede tomar desde un par de minutos hasta dos semanas ya que no me agobio demasiado. Cuando volví del bodorrio en las Canarias lo hice el mismo día. Primero saqué la ropa sucia, la limpia, todos los cargadores y demás parafernalia tecnológica y entre todas esas cosas estaba mi férula dental. Ya lo he comentado en alguna ocasión pero como imagino que los nuevos no se han tomado la molestia de leerse los bastos archivos de esta bitácora os recuerdo que mis dientes son casi perfectos y solo tienen un pequeño y molesto defecto y es que por no haber tenido alambres de inocente criatura se colocaron un pelín mal y ahora necesito para dormir esa férula que evita que los situados en la parte inferior dañen a los que están por encima.

Férula dental rota

Cuando me la hicieron pensé que me moriría. Los primeros quince días no conseguía dormir con ese objeto alienígena dentro de mi boca. Estuve a punto de tirar la toballa y de buenas a primeras el sueño volvió y se convirtió en una rutina lo de enchufarme la férula justo antes de dormir. Con los años nuestra compenetración ha ido en aumento y ha llegado al extremo que desde el momento en que la coloco hasta ese en el que abro la puerta del mundo de Morfeo no pasan más de un par de minutos. Es un disparador que activa en mi cuerpo el modo sueño. Hace un par de años me la dejé en Gran Canaria y mi madre me la tuvo que enviar por correo porque no podía dormir, me faltaba algo. Esa férula ha ido conmigo a Sudáfrica, Omán, Nueva Orleans, Berlín, Galicia, Canarias, Nueva York, Francia y cualquier otro viaje que haya tenido lugar en los últimos quince años.

La saqué de la mochila en la que llevo todo el equipo fotográfico y la puse un momento en la moqueta porque estaba ordenando otras cosas. Me despisté y salí de la habitación a dejar algo y al volver no me di cuenta y de repente oí un ruido como de algo roto y noté que bajo mi zapato algo se había estropeado. Cuando retiré el pie observé con horror que mi adorada férula estaba partida, que la había matado con mi torpeza.

Esa noche no pegué ojo y lo mismo sucedió al día siguiente. El tercer día me emborraché para poder dormir mientras mi amigo el Rubio se descojonaba de mí y ese mismo día llamé a mi dentista y concreté una cita para hacerme una nueva. La asistente de la dentista sabe que con estas cosas no se juega y me hizo un hueco para que pudiera ir a la hora de comer. Me planté allí y les expliqué lo que había sucedido y les mostré a mi difunta férula para que la vieran. La dentista agarró sus herrajes y empujó aquí, tiró de allá y de alguna manera logró que al menos me pudiera poner ambas piezas por separado y así conciliar el sueño. Después me sentó en el sillón de tortura, me enchufó una especie de espátula de hierro con un producto que se seca rápidamente e hizo un molde de mi dentadura, primero la parte superior y luego la inferior. Cuando acabó hizo otro molde con una masa más plástica que según ella era una verificación de los anteriores ya que al sacarlos se pueden deformar un poco. Me prometieron que en cuatro días tendría mi nueva férula y hasta entonces tendría que apañarme con el remiendo que le hizo a la rota.

Al menos pude volver a dormir sin tener que recurrir al alcohol o a los somníferos.

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4 respuestas a “Drama total”

  1. Debes estar monísimo con eso a la hora de dormir, que adorable! tienes un pijama de ositos? Daría algo por ver esa foto!

  2. Mi madre me regala un pijama por año así que tengo una colección grandiosa. No hay ninguno de ositos pero hasta no hace mucho tenía las sábanas de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS originales de 1977 y TODOS mis calcetines son de Looney Tunes así como un 70% de los gallumbos.

    OFF-TOPIC: Esta es la anotación número 1800. Parece que fue ayer cuando comencé pero han pasado muchos años. Gracias a todos los que me siguen leyendo.

  3. ¿ Y como no hacerlo?, realmente enganchas.
    A estas alturas creo que ya no puedo dejar de leerte.

  4. ¿engancho? no lo creo. De ser así las estadísticas siempre irían hacia arriba y la tónica es dos meses pa’ trás y uno pa’ lante.