Eagle Eye – La conspiración del pánico


Lo bueno que tiene el cine de acción es que es muy agradecido para el espectador. No tenemos que pensar demasiado y únicamente nos dejamos llevar por las carreras, explosiones y frases tontas que se van diciendo y si todo va bien ni te das cuenta de las volatadas que dicen y hacen y te lo crees todo. Es una formula sencilla y que funciona a base de millones en efectos especiales que básicamente se van en pólvora y en reventar coches. Películas de estas tenemos muchísimas cada año, con diferentes intérpretes y formas de rodarlas. Si el director es un panoli que se las da de divo moverá la cámara en ángulos imposibles y terminará por aburrirnos hasta el infinito y más allá (como suele hacer el pésimo Michael Mann) y si el director se limita a dejar fluir las cosas de forma natural se pueden conseguir productos tan entretenidos como Eagle Eye la cual recibió el infame título de La conspiración del pánico en España.

Un julay acarajotado ha de salvar el universo del advenimiento de Carlos Jesús y sus amigos de Raticulín

Un don nadie recibe una llamada justo en el momento en que se encuentra su casa llena de armamento y productos químicos. A partir de aquí comenzará una carrera imparable por salvar su vida y cumplir con los designios de esa voz que le da órdenes continuamente. Desobedecer es morir. ?l y una mujer cualquiera que también fue elegida para esta tarea tendrán que enfrentarse con todo tipo de fuerzas públicas sin saber muy bien lo que vendrá más tarde.

Este es uno de esos thrillers en los que ni los protagonistas ni el espectador tienen un segundo libre. Corremos de escena de acción en escena de acción sin descanso, cada una más espectacular que la anterior, siempre llevados por una voz que no nos da muchas pistas y en todo momento nos sorprendemos con las infinitas posibilidades que tiene la tecnología actual y nuestra sobre-exposición a la misma. El Gran Hermano nos observa continuamente, ya sea en la calle, en casa, mientras hablamos con el teléfono móvil o navegamos por Internet. Siempre está ahí y ese es el elemento terrorífico que alimentará toda esta carrera protagonizada por un más que decente Shia LeBouf y la guapa Michelle Monaghan

Como suele suceder en estas películas, al final se les va la mano un rato y tratando de cuadrar el círculo la cagan un poco pero esto es siempre previsible cuando vemos cine americano y no quita el buen sabor de boca que tenemos tras tremendo subidón de adrenalina.

Una de esas pelis a las que vas con los amigotes y entras en la sala con un par de cervezas para amenizar la historia.
7artuditos