Edge of Darkness – Al límite


Los actores, actrices y directores de cine están sometidos al escrutinio público y aunque todos sabemos que son gente más bien dada a los excesos y a bordear los límites de la legalidad, de cara a la galería han de mostrar una imagen impecable. El señor Mel Gibson siempre fue de esos, ultra-conservador, el azote del mariquitismo, con esposa-coneja y mil millones de chiquillos. Creía en Dios padre todopoderoso, seguía los mandamientos y tal y tal y tal. Eso hasta que se descubrió que se la pegó a su mujer y se enrolló con una chocha joven y dispuesta a tragarse todo lo que le pongan en la boca. Parece que en algún momento de su vida el hombre reinterpretó varios de los mandamientos y les dio algo más de flexibilidad para que se acomoden a su nueva situación. Por supuesto, todo este folleteo y cambio de vieja seca por joven fértil no nos debería importar lo más mínimo ya que se trata de apreciar su trabajo como actor o director, pero digan lo que digan, la gente se ha recochinado en los últimos dos años de este hombre y ahora que llega su película, los ultra-religiosos como él se lo harán pagar haciéndole el vacío. La película con la que ha vuelto se llama Edge of Darkness y en España se estrenará a finales de febrero con el título de Al límite.

A un julay reconcha-viejo le quitan la ilusión de vivir al matar a su hija y buscará vengarse como sea y cuando sea

Un policía ya en el tramo final de su carrera está con su hija en su casa y esta se pone enferma. Cuando están saliendo para ir al hospital alguien le pega un tiro a la chica y la mata. El policía investigará el crimen y pronto descubrirá que su hija no era lo que parecía y una conspiración judeo-masónica de una corporación malísima que quiere hacer pupita a los americanos con oscuros fines. El policía irá dejando un reguero de muertos a su alrededor hasta que por fin salve al universo y al mundo como suele ser habitual en el cine americano.

Lo primero es lo primero. Mel Gibson esta viejísimo. Se le ve más arrugado que una pasa. Eso y las orejas que no le han dejado de crecer y ahora son como telones en los lados del cabezón. Por lo menos no se enrolla con piba de dieciocho como han hecho otros galanes caducados y la chorba que sale hace de su hija aunque nos dura más bien poco ya que la matan desde el comienzo. En la investigación el hombre se cruzará en varias ocasiones con una especie de liquidador contratado por el gobierno americano con el que habla de esto y aquello y en esas escenas la película pierde velocidad y aburre hasta el infinito. Las escenas de acción están muy separadas entre ellas y el guión es demasiado volátil, con chorradas enormes que no te crees ni jarto de whiskye que al final le terminan por pasar factura a la película. Da igual que Mel Gibson sea un buen actor si la historia es floja y la dirección mala. Iremos perdiendo el interés poco a poco y para cuando termina la historia ya ni nos interesa.

Si te gustan las películas que avanzan a trompicones y que por momentos se vuelven tan lentas que detienen el tiempo, esta te va a encantar. Si no, quizás deberías esperar a que la den por la tele y así te puedes echar una cabezadita en casa.

05/10