El casco antiguo de Varsovia


El relato comenzó en Viajando a Varsovia

Mi plan de acción para Varsovia me iba a llevar por infinidad de sitios y como no quiero ser como Virtuditas, madrugué para echarme a la calle pronto y aprovechar la escasa luz diurna. Dado que mi hotel estaba al norte de la zona turística, adapté la caminata para no tener que regresar a ese lugar y comencé yendo a ver la Kosciól Nawiedzenia Najswietszej Marii Panny o la Iglesia de la Visitación de la Santísima Virgen María y me imagino que el nombre le viene del día ese en el que la chama se las apañó para que le hicieran un bombo sin copular y en pecadísimo mortal porque ni siquiera era de su hombre. Bueno, regresando al edificio, esta iglesia data de comienzos del siglo XV (equis-uve) y la han reconstruido una jartá de veces. El campanario es de estilo gótico y la zona en la que está es muy tranquila y bonita. En la calle, la mendiga oficial de la puerta de la iglesia y una pareja que hacía turismo. Detrás de la iglesia hay una bonita vista del río y junto al mismo se puede ver el Multimedialny Park Fontann un parque con un par de fuentes con chorros espectaculares y en las que en verano hacen espectáculos de agua y luz para encandilar a la plebe. Como vacían las fuentes en septiembre, ni me preocupé en bajar a verlo y dudo que puedan competir con Hong Kong o Singapur, lugares en los que ya he visto espectáculos mucho más increíbles. Desde allí callejeé hasta el Muzeum Marii Sklodowskiej-Curie o el Museo de Marie Curie, que resulta que era polaca de nacimiento y el museo está en la casa en la que nació. Por lo que había leído, el museo no me llamaba la atención así que me limité a verlo por fuera y además, abrían como tres horas más tarde. En mi guía decía que el museo es ninguneado por los polacos y mayormente visitado por los turistas extranjeros. En la fachada del edificio han pintado los dos elementos que descubrió esta mujer, el Radio y el Polonio (y ahora ya sabemos de donde le viene el nombre …). Este mito y leyenda es la única chama que ha ganado dos premios Nobel, la primera hembra aceptada como profesora en la universidad de la Sorbona y el único ser humano no nacido en Francia enterrado en el Panteón en París. Entré en otras iglesias que hay en la calle, en la que parece que de cada diez edificios, uno ha de ser iglesia y me acerqué al Barbakan, una barbacana construida a mediados del siglo XVI (equis-uve-palito). Esta estructura formaba parte de los muros de defensa de la ciudad. Por descontado, fue reconstruida después de la Segunda Guerra Mundial. Es una zona bonita para hacer fotos. Muy cerquita está la Plaza del Casco Viejo, rodeada de bonitos edificios, un grupo de los cuales forma el Muzeum Historyczne m.st. Warszawy o el Museo de Varsovia. La plaza es muy cuca y en el centro hay una fuente con una estatua enorme de bronce de la Sirena de Varsovia, la cual es el emblema de la ciudad.

A dos pasos tenemos en una calle bastante estrecha la entrada de la Bazylika archikatedralna sw. Jana Chrzciciela, la Catedral de San Juan, un edificio de ladrillo rojo en estilo gótico. Entre la destrucción de la Segunda Guerra Mundial y el comunismo, el edificio es bien sencillo y no tiene el poderío de las catedrales españolas, italianas o incluso las alemanas. Por esa zona todo está muy cerca y un poco más abajo llegamos al Zamek Królewski, el Castillo Real de Varsovia, edificio reconstruido y que se comenzó a construir en el siglo XIV (equis-palito-uve). Le han cambiado el estilo algunas veces y en el 1747 acabó con una fachada de estilo barroco. Los rusos lo arrasaron y lo convirtieron en una zona para establos y cuartel en la Primera Guerra Mundial, después se convirtió en la residencia del presidente polaco y en la Segunda Guerra Mundial lo arrasaron nuevamente y lo que sobrevivió lo destruyeron los nazis al retirarse de la ciudad. La reconstrucción acabó en el año 2009 y en la actualidad es un museo. Frente al castillo hay un pilar, la Kolumna Zygmunta III Wazy o la Columna de Segismundo III y esa zona parece ser la favorita para manifestaciones y concentraciones, de las que me gocé dos la noche anterior, cuando primero hubo un grupo de ciclistas que no tengo ni idea de lo que reivindicaban y posteriormente un grupo de católicos que imagino que estaban en pleno jolgorio por la noche de todos los Santos.

En ese lugar cambié mi ruta y regresé hacia el norte por la calle Miodowa, petada de casoplones, lo que hace que la gente también la llame la calle Patacowa o la calle de los Palacios. En el número 17 tenemos la keli del Primado polaco, que parece no haber leído la Biblia y tiene un chabolo que ni la Preysler. Un poco más arriba está el ministerio de Sanidad y en la acera de enfrente está el Collegium Nobilium, una escuela solo para la élite del país en la que no se permite la entrada de truscolanes y zarrapastrosos varios, aunque como todo en este mundo, terminó cerrando y ahora es la Academia teatral. Siguiendo por la calle unos cien metros llegamos al Palac Krasinskich o el Palacio Krasinskich, el cual hoy en día forma parte de la Biblioteca Nacional y que es el monumento más espectacular de estilo barroco en Varsovia. Tiene unos bonitos jardines y frente al mismo tenemos el Pomnik Powstania Warszawskiego o el Monumento del Alzamiento de Varsovia, un bonito monumento que se construyó para la conmemoración del cuarenta y cinco aniversario del alzamiento, el cual sucedió el primero de agosto de 1944, duró sesenta y tres días y fue neutralizado por los nazis con unos doscientos mil polacos muertos, lo cual lo convierte en el suceso más sangriento y trágico de la historia de Polonia. Se tardó tanto en construir porque los comunistas no estaban por la labor. Por todo el monumento habían velas y flores a porrillo, imagino que por la conmemoración del 1 de noviembre.

Desde allí regresé por la calle Miodowa y continué con la ruta hasta la Kosciól sw. Anny o la Iglesia de Santa Ana, una de las más antiguas de la ciudad, de estilo Neoclásico y que al contrario que casi todo en el centro, sobrevivió en buen estado a la Segunda Guerra Mundial. El interior de la iglesia es muy bonito y tenemos hasta un vídeo:

Si no puedes ver el vídeo, prueba aquí. Allí terminaba la primera caminata y comenzaba la segunda con lo que aproveché para desayunar y sin prisa pero sin pausa, seguí hacia la Plac Teatralny o la Plaza del teatro, con un mega edificio que en realidad contiene dos teatros. En ese lugar también estaba el ayuntamiento de la ciudad hasta la Segunda Guerra Mundial, aunque ahora en el edificio hay un banco. El edificio tiene una torre y si pasas por debajo del pórtico que tiene y vas por detrás puedes ver el Pomnik Bohaterów Warszawy o el Monumento a los Héroes de Varsovia. Por detrás del teatro llegamos a la Plac Pilsudskiego, la Plaza Pilsudski, una enorme plaza en la que se hacen las cabalgatas oficiales y los grandes eventos culturales y religiosos.

En esa plaza está la Grób Nieznanego Zolnierza o la Tumba al Soldado Desconocido, en la que cada hora hay un cambio de guardia y que está en lo único que queda del Palacio Sajón, el cual arrasaron en la Segunda Guerra Mundial y que aún no han acabado de decidir si lo reconstruirán. Por detrás de la tumba están los jardines del palacio, que en su momento fueron el primer parque publico de Varsovia, muy bonitos y en los que hay una fuente diseñada por Marconi y que sobrevivió a los bombardeos:

Para poder apreciar la grandiosidad de la plaza, aprovecho y también cuelo un vídeo con una vuelta de trescientos sesenta grados:

Y para los problemáticos, el vídeo está aquí.

El relato terminó en Acabando el paseo por Varsovia y el regreso a casa

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Una respuesta a “El casco antiguo de Varsovia”

  1. A lo mejor escribes sobre ello mañana, pero yo me estoy preguntando si queda algo del famoso Gueto de Varsovia en el que encerraron a tantos judíos durante la segunda Guerra mundial en condiciones infraumanas y que ocasionó un heroico levantamiento que tardaron en sofocar a sangre y fuego muriendo hasta el apuntador judio, claro, cosa en la que los alemanes son expertos… 🙁
    Salud