El castor – The Beaver


En la industria del cine hay muchos más hipócritas que en el mundo real, gente que se hace la santa y que están listos a señalar con el dedo a la mínima a sabiendas que ellos ocultan cosas mucho peores. Por eso, no es de extrañar que cuando Mel Gibson la cagó hasta el fondo o eso decían hace cosa de un año todos se lanzaron en tromba contra él, aunque al parecer, al final nunca se pudo demostrar la acusación y acabaron en un acuerdo que por supuesto no tuvo publicidad alguna. Personalmente, siempre he visto a este actor como uno de los mejores que hay hoy en día en activo y parece que soy de los pocos capaces de distinguir entre su profesión y su vida privada y me la suda enormemente si le mola llamar a pavas por teléfono para amenazarlas o se la pega a su santa parienta con esas mismas pavas. Sin nadie que lo contratara, fue su amiga Jodie Foster la que finalmente le ha dado una oportunidad y gracias a ella tenemos en pantalla The Beaver, película que se estrenó en España hace un tiempo como El castor.

Un julay más jodido que la Alianza de las incivilizaciones del presidente ZaPatazos se monta un paripé con la muñeca Rosaura de su hijo

Un chamo deprimido y que se intenta suicidar acaba hablando a través de una marioneta de un castor que se pone en la mano y que le cambia la vida. Cuando intenta deshacerse del puto peluche se le complican las cosas una jartá.

Todos estamos más o menos jodidos y llevamos un saco de mierda a nuestras espaldas. Ponemos buena cara, lo camuflamos con cuidado pero lo cierto es que da igual que seas rico o pobre, guapo o feo, alto o bajo, siempre tienes esa chepa por detrás con todo aquello que te aplasta y que para cada uno es distinto. El protagonista de esta película tiene dinero, una familia, una empresa y sin embargo no consigue salir de una depresión que nadie entiende. Cuando lo hace, lo ayuda una marioneta de un castor que habla por él. Al comienzo todo va bien y las cosas parecen ir solucionándose pero pronto llega a un punto en el que descubre que no podrá recuperar su vida, que dependerá de esa marioneta para crear ese falso colchón de seguridad para los restos. En paralelo, su hijo vive una historia parecida y por más que trata de no repetir los pasos del padre, va viendo con horror que ese refrán que dice De tal palo ?? tal astilla se cumple al milímetro.

Jodie Foster es una actriz fantástica y aquí lo demuestra con creces. Además dirige este inusual drama que bordea la comedia acompañada por un soberbio Mel Gibson que parece haberse crecido con toda la movida que ha habido a su alrededor y nos recuerda que es un GRANDIOSO actor. Ambos están inmensos como una pareja con un montón de problemas que ve como su vida se desmorona. La gran sorpresa es el actor Anton Yelchin, un joven sobre el que recae el peso de una trama secundaria que corre en paralelo a la principal y que se parece tanto a ésta última que asusta. El joven logra crear un personaje complejo y tan cargado de mierda como sus padres y lo hace de una manera muy creíble.

La película es un festival de buen cine, con un drama precioso y un guión nada fácil que se aleja de los derroteros del cine convencional y nos lleva por ese otro sendero que muchos prefieren no visitar cuando pagan una entrada y solo buscan que les adormezcan con un producto muy bien masticado.

Esta no es la típica historia para un buen orco ni para los otros miembros del clan pero sí que debería ser obligatoria para aquellos que saben apreciar el trabajo de los actores y directores.


3 respuestas a “El castor – The Beaver”

  1. Uf… Creo que sigue sin llamarme la atención, pero está bien tener referencias.

  2. Suena muy interesante, además yo soy incondicional de Jodie Foster, con eso me bastaria para verla.
    Gracias.
    Salud

  3. A mi me encantaba este hombre, pero le he cogido un poquito de manía. En estos momentos me resulta muy desagradable, pero seguramente la veré más adelante, porque seguro que será una peli interesante, como todo lo que hace Jodie Foster, que tiene un talento extraordinario.