El color llega al dormitorio


Después del exitazo de ayer pintando el pasillo y las escaleras y concluyendo con un resultado espectacular en la primera mano, nosotros ya teníamos el vaso lleno y nos veíamos acabando en un pispás. Hoy volví a madrugar hasta niveles insospechados y a horas claramente no naturales me levanté para llegar al trabajo temprano y así regresar a casa pronto, más que nada porque teníamos que comprar la pintura y con el cuento del Viernes Santo, las tiendas cerraban antes.

Fuimos en bicicleta y tras comparar algunos colores, encontré el que me gustaba, un verde muy agradable a la vista y que combinará perfectamente con la cama, las cortinas, el armario y el suelo (que no será el que hay en estos momentos ya que la moqueta tiene sus días contados).

Dormitorio pintado

Dormitorio pintado, originally uploaded by sulaco_rm.

Nos pusimos manos a la obra y enseguida notamos que con este color las cosas no van a ser tan fáciles. Habrá que esperar a mañana para ver el resultado una vez se seque la pintura, pero ambos tenemos la impresión que habrá que poner una segunda mano para rematar.

Dormitorio pintado

Dormitorio pintado, originally uploaded by sulaco_rm.

Como siempre, la cámara no le hace justicia y el color es un poco distinto a lo que se puede ver en las fotos pero al menos sirve para hacerse una idea. Si es necesario, el martes daremos una segunda mano y trabajaremos en la escalera y hasta que vengan a poner el piso, se suspenderán las obras.


5 respuestas a “El color llega al dormitorio”

  1. Los colores oscuros siempre llevan más manos de pintura, o dejan ronchas, y reza para no querer clarear el tono algún dia, porque o das cinco manos de pintura blanca antes del color, o siempre te resaltará desde abajo (propia experiencia). Me encanta.

  2. Cuñao, ese verde está pensado para que combine con el armario, la cama y las cortinas. Creía que los quirófanos son de azulejos blancos de baño de bar para limpiar más rápido la sangre y los restos que saltan de los cuerpos que masacran.

    Virtuditas, una mano ha sido «casi» suficiente pero daremos otra en tres de las cuatro paredes para que quede perfecto. La pared que tapa el armario está muy bien y hemos optado por dejarla con una mano porque tampoco se va a ver.