El infierno holandés es naranja


Me acuerdo cuando hace cuarenta y ocho horas me lamentaba del drama de la vida tan grande que teníamos en color amarillo y esto sí que es un infierno y ahora nos han puesto en color NARANJA, que no lo eligen por ser el color nacional, lo eligen porque es el que está entre el amarillo y el rojo.

Naranja es el nuevo amarillo

Desde esta mañana a las diez hemos dejado aquellos terribles años de la alerta amarilla y hemos pasado a la alerta naranja, con una vida que transcurre en los treinta y pico de día y en los veintipocos de noche y con un montón de muertos adicionales que se esperan para esta semana. Ya directamente aconsejan a la gente que no salga a la calle, que se olvide de las terrazas y que permanezca en su casa de luto, con todo cerrado y que si tienes que viajar, que lo hagas a la primerísima hora, que sucede muchísimo antes de la hora Virtuditas o al final del día tras la puesta de sol.

Bienvenidos a las calderas del infierno

Si esto empeora y llegamos a la alerta roja, habrá que reducir la población y al parecer el plan comienza eliminando primero a los truscolanes, después a los kabezudos de dónde-tú-sabes y si aún hay que quitar gente, seguimos por aquellos que no tomen alcohol ni coman carne de cochino y tras terminar con el grupo que tiene ambas deficiencias, seguirían con los vegetarianos que también son de lo peorcito, que Dios no inventó el beicon para que se lo desprecien, ni los langostinos ni las hamburguesas de ternera.

Amarillo es el nuevo verde holandés

Hoy cuando salí a caminar al mediodía, aprovechando una nube que bloqueaba el sol durante un rato, aproveché para hacer una foto del nuevo color VERDE oficial en Holanda, que es el de la imagen anterior, ya que así es como se han quedado los campos de hierba holandeses, color pajullo y es un milagro que no hayan incendios por todas partes.

El otoño adelantado de la sequía

Cuando se trata de los árboles, muchos o se han secado o han comenzado a prepararse para el otoño y lo que están haciendo es soltar el lastre de las hojas y ahora tenemos parques en los que caminas a treinta y pico grados y además y de gratis, puedes hacer fotos otoñales.

Tarta de moras

Lo único bueno que tenemos de todo esto es que con el SÉPTIMO kilo de moras, que recogí el martes, hice una TARTA DE MORAS, épica y legendaria. Le puse poquísimo azúcar y está para cambar la peluca, vamos, que hasta a la hembra pleistocénica de mi vecino se le pusieron los pezones como piedras de hielo de duros cuando la probó, ya que la cuarta parte que falta en la foto se la regalé a ellos, después me comi yo un trozo y el resto, que es lo que está en la imagen, está congelado y bien congelado en porciones y me alegrará la vida en el futuro más cercano. Estoy pensando en hacer otra este jueves y el viernes, regalar tarta en la oficina. Estamos en territorio desconocido así que usé la masa secreta de mi tarta de manzana inspirada en la holandesa pero no tenía muy claro ni la cantidad de azúcar que añadirle al kilo de moras ni el tiempo de horneado, así que es probable que me pasara con el tiempo, que fueron cincuenta minutos y es probable que me quedara corto con el azúcar, ya que le puse poco más de diez gramos, aunque a mí me mola muchísimo el sabor. Para la próxima, reduciré el tiempo de horno y quizás suba un poco la cantidad de azúcar, hasta los cincuenta gramos y veremos que tal sale.

Con alerta naranja, salvo por el día de hoy, que tengo entrada para ir al FÚTBOL, el resto de la semana, todos los días, después de trabajar me voy al cine para no llegar a casa en plena caló y la cartelera está muy pero que muy famélica, así que tengo que repetir películas que en otras circunstancias no volvería a ver.


3 respuestas a “El infierno holandés es naranja”

  1. Uf! Tela! Aquí estamos acostumbrados y corre la brisa marina; comprarte un inverter parece la única solución .

  2. Aquí la temperatura es genial, ya firmaba para todo el año, sobre una media de 30º de máxima y 16º de minima y fíjate en las fechas que estamos, el mundo al revés, no puedo evitar acordarme de Trump… 🙁
    Lo dicho, el Inverter, el mio, un Panasonic, solo me costó sobre 400€, eso si hace años, no da ningún problema, consume poquísimo y le saco el jugo prácticamente todo el año… 🙂
    Salud