Al final de la zona del paso del Infierno que se puede visitar y después del susodicho, hay un memorial hecho para recordar a todos los soldados presos y a los esclavos que murieron asesinados por los japoneses durante la construcción de esta línea ferroviaria y especialmente, de este tramo, que se rebeló como el más mortal. Por detrás de la valla que se ve al fondo se puede ver como continúa el camino pero ya sin gravilla, sin traviesas de madera y solo con la jungla recuperando su territorio. Por detrás de mi a mi izquierda había una placa, que igual veremos en una foto. El memorial y la placa fue un regalo del pueblo Australiano a Tailandia.