El muelle de Hamburgo y regreso a casa


El relato comenzó en Visitando Hamburgo

Mi segundo día de turismo en Hamburgo comenzó antes del amanecer. En la recepción del hotel, en la oficina turística y hasta Evelyne me habían rogado y suplicado que no hiciera un Virtuditas, que el St. Pauli Fischmarkt es algo increíble y maravilloso que hay que ver y solo sucede los domingos de 5.30am a 9.30 en verano y de 7.30am a 9.30 en invierno, con lo que a la mentada la pilla en el catre ya que ni de coña saca los pies de la cama antes de las once de la mañana. En la oficina turística me dijeron que llegando después de las ocho me valía y así dejé el hotel a las ocho y tres minutos de la mañana, con mi micro-mochila de treinta litros, ya que no pensaba volver a buscarla. Me compré otro billete de transporte para todo el día, aunque nunca vi un revisor y me pregunto si vale la pena comprarlos y fui en metro hasta la estación de Reeperbahn y desde allí bajé por la Pepermölenbek hasta el mercado, el cual se hace a la vera del río Elbe. La calle estaba petada de gente que bajaba, tanto turistas como locales que iban a comprar fruta, pescado y verduras, ya que es un mercado de todo. Una de las cosas que me llamó la atención es que en muchos puestos preparan cestas con un contenido determinado y las venden por una cantidad fija. El tío, mientras hacía las cestas, iba anunciando las cosas que iba poniendo dentro y la basca la pedía determinados productos. Las diferencias de precios pueden ser escandalosas. Vi castañas a cuatro leuros el kilo y a seis, siete y nueve, con lo que si realmente vas a comprar, lo mejor es patear y comparar.

Al final del mercado está el Fischauktionshalle, un hangar enorme en el que se hacían subastas de pescado y que ahora tiene un bar y dan conciertos mientras se celebra el mercado, con los alcohólicos más madrugadores ya privando cerveza, los noctámbulos que siguen bebiendo y los que están en plan desayuno con zumitos y similares. Obviamente, uno tiene una percepción maravillosa del mundo cuando está borracho porque la banda era mala de vicio. La foto anterior está hecha desde una ventana junto al escenario. Después de patearme el mercado y hacer fotos y vivir el ambiente, fui hasta el Alter Elbtunnel

Es bien sabido que aquí el contenido es original y el vídeo anterior (que también se puede ver aquí) es un documento terrorífico realizado mientras caminaba por el túnel. El susodicho se hizo para conectar el lado de la ciudad con los muelles y astilleros al sur del río Elbe. Tiene dos túneles de cuatrocientos veintiseis metros de largo pero en la actualidad solo hay uno abierto ya que el otro lo están restaurando. Durante algunas horas al día también pueden circular vehículos, los cuales se suben y se bajan con unos montacargas enormes. Se inauguró en 1911 con lo que ya tiene sus cien añitos.

Hamburgo visto desde el río Elbe

Hamburgo visto desde el río Elbe, originally uploaded by sulaco_rm.

Desde el otro lado hay una bonita vista de la ciudad y justo en la zona estaban reparando o construyendo un barco de cruceros, aunque no de los gigantescos que tanto parecen gustar a algunos turistas. Al regresar por el túnel me acerqué a Landungsbrücken que está casi enfrente y allí están los muelles en los que se pueden hacer visitas en barco del muelle. En lugar de pagar una pasta por ir en un barquillo, cogí el ferry 62 que hace una ruta similar y está incluido en el billete de transporte público que tenía. El circuito toma una hora y con el frío y el viento que hacía, no daban ganas de salir a hacer fotos. Aparte de eso, después de haberme hecho el tour por el puerto de Rotterdam, todos los demás me parecen mediocres. Al regresar, me bajé en la parada del Fischauktionshalle y me acerqué al submarino ruso U-434. Con el mercado ya concluido, se podían hacer fotos y la zona estaba tranquila. Pensé en ver el submarino pero la visita era guiada, tomaba una hora y me chafaba mis planes, así que me limité a hacerle fotos por fuera.

Me acerqué a ver el Bismarck-Denkmal, un memorial enorme dedicado a Otto von Bismarck y que dicen que es el más grande y más conocido de los que tiene el chamo en el universo. El monumento está en alto, en una colina. Callejeé para ir a la Hauptkirche Sankt Michaelis o la iglesia de San Miguel, otra de las cinco iglesias luteranas de la ciudad y la más famosa. Esta es supuestamente una de las iglesias protestantes barrocas más fastuosas del universo.

Sankt Michaelis

Sankt Michaelis, originally uploaded by sulaco_rm.

En la fachada y sobre el pórtico hay una estatua del arcángel San Miguel que inicialmente decían que estaba derrotando al diablo aunque estudios recientes creen que se trata de un DEShonorable presidente de truscoluña intentando mangonear allí como hace en su tierra de totorotas y lerdos.

En la entrada había una multitud épica y no dejaban entrar en la iglesia. En eso que sale un luterano y suelta un rollo en alemán y muchos lo abucheaban y lo llamaban truscolán, que es lo peor que te pueden decir. Según me enteré por la beba de la taquilla, el tipo dijo que iban a hacer una misa o como quiera que se llame lo que ellos hace y el que entraba se tenía que sentar y mamarse el servicio de veinte minutos o esperar afuera. Un italiano le gritaba que la casa de Dios tiene que estar abierta y un alemán católico le decía que era un rastrero. Al tipo se la sudaba y Dios como ni existe ni está allí, tampoco se preocupaba. Yo aproveché esos veinte minutos para comprarme el billete combinado y subir al campanario y bajar a la cripta. La iglesia actual es la tercera que se construye ya que las anteriores como que tuvieron mala suerte, como cuando un rayo la destruyó en 1750. En la cripta, que está muy desangelada, está enterrado Bach, el chamo que componía reggaeton clásico. Es más interesante el mirador, con unas vistas fabulosas de la ciudad y como hay ascensor, se llega en plan lujoso y sin mucho esfuerzo. El campanario tiene ciento treinta y dos metros de alto.

Entre la cripta y el campanario pasaron los veinte minutos y después de ese tiempo accedí al interior, bastante espectacular si lo comparamos con las otras iglesias locales y en el que el encalado predomina sobre todo lo demás. El vídeo, si no lo puedes ver, está aquí. Tiene un pedazo de órgano que no veas y el interior está bien.

Al salir fui a la zona del parque Planten un Blomen que ya había visitado el día anterior en un extremo, pero que es bastante grande y llega hasta aquí. Por este lado habían preparado una pista de patinaje sobre hielo y los chiquillos se divertían (el vídeo está aquí) mientras las madres los observaban.

Estación de metro de Messehallen

Estación de metro de Messehallen, originally uploaded by sulaco_rm.

Continué por el parque hasta la Estación de metro de Messehallen y allí pillé transporte que me llevara cerca del Hamburger Kunsthalle, el museo de arte de la ciudad. Esta última parada estaba elegida a conciencia ya que coincidía con el momento en el que iba a comenzar a llover. Por suerte están reformando uno de los edificios y solo tienen la selección de lo mejor de lo mejor, lo cual me permite sobrevivir al arte ya que todos sabemos que a mi me deja helado.

Hamburg Hauptbahnhof

Hamburg Hauptbahnhof, originally uploaded by sulaco_rm.

Tras la visita al museo, llovía pero por suerte estaba cerca de la Hauptbahnhof y como ya se acercaba la hora del ir al aeropuerto, busqué un sitio para comer en la misma y me encochiné a base de carne alemana con ensalada de papas y cerveza. El sitio elegido es de una cadena llamada Wurst & Durst. La estación, como se puede ver en la foto, ya estaba en modo navideño. Después de comprarme unos pretzels y otro dulce, busqué el tren que te lleva al aeropuerto, de la línea S1 y comenzó el regreso a casa.

Aeropuerto de Hamburgo

Aeropuerto de Hamburgo, originally uploaded by sulaco_rm.

El aeropuerto también estaba en modo navideño. Alemania es el único lugar del universo en el que cuando paso el control de seguridad, siempre pito, aunque no lleve metal alguno, salvo por los botones del Levi’s 401. Me magrearon todo como si fuera un niño acudiendo a recibir las bendiciones del curilla del barrio y tras eso, busqué la sala de embarque y me senté a esperar y ver vídeos. El avión llegó antes de tiempo, el embarque fue rápido y salimos con veinte minutos de retraso porque nos tuvieron en la pista esperando aunque aterrizamos en Amsterdam exáctamente a la hora prevista. Al salir del avión, fui al vestíbulo principal de Schiphol, bajé a los andenes y pillé el tren hacia Utrecht y desde la estación acabé la ruta en bicicleta hasta mi casa y así acabó esta escapada a Hamburgo. Personalmente, creo que Berlín, Munich, Núremberg, Colonia o Dusseldorf están mucho mejor, pero vamos, Alemania es siempre un lugar agradable para visitar.

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6 respuestas a “El muelle de Hamburgo y regreso a casa”

  1. Olé! maratón total, como siempre! Me ha recordado mi viaje allí.Tambien me gustaron más Múnich y Berlin.

  2. Supongo que algún día la visitaré. Pero tomo nota, y me aseguraré de ir antes a las otras ciudades que dices (exceptuando Berlín, donde ya he estado).

  3. Jo, me he quedado con las ganas de la foto del submarino y saber que pinta ahi, voy a ver si lo encuentro en Internet 🙂
    Salud

  4. A mí me encanta Alemania siempre, pero en esta época del año con los mercadillos, el vino caliente, etc. mejor y siempre me paso por los mercados de comidas en Alemania, son magníficos y muy bien puestos.

  5. Sulaco gracias, tenia tanta curiosidad -a mi esos temas me apasionan- que me metí a buscar en Internet y me pasé un buen rato leyendo y viendo fotos, pero siempre me pasa igual, fui de una historia a otra y pasé horas con temas de viejo armamento ruso experimental, no me extraña que se arruinaran…
    Salud