La suerte tan grande que tengo por ser el autor del mejor blog sin premios en castellano y tener licencia para hacer lo que me salga de los mismísimos. Esta semana seguimos con la alucinante e increíble playa Puka y como siempre miramos para un lado y no vamos a mentar las lenguarazas que sueltan los rumores que por detrás de mi estaba la morralla, hoy miramos hacia el otro final de la playa y chacho, aquello sigue siendo un paraiso de arena blanca, solo que en este lado se pueden ver unos cuantos chiringuitos y hasta cinco julays, que la playa estaba tan petada de gente que casi no se podía llegar a la orilla sin pisar las toballas de los demás. En fin, que lo mejor, como todo el mundo aconseja, es no visitar Boracay que está muy pero que muy masificado.