En el aparcamiento de bicicletas que uso cuando voy al cine en el centro de Utrecht me crucé con la bici de hoy, una EMOOVE Tenor 250 plegable y eléctrica que vale mil quinientos leuros y que con esas ruedas obesas entra dentro del grupo ese tan de moda de las fatbikes. Cuando buscaba información en la página güé del fabricante, no veas los comentarios negativos de algunos que la han comprado. A mí lo que más me flipa de la bici, que si te la compras plegable es porque la quieres usar para combinarla con los trenes, pero es que esta cosa pesa veintinueve kilos, que primero te tienes que apuntar a un gimnasio a sacar músculos, que es prácticamente la mitad de mi peso. La batería le da un radio de entre cuarenta y ochenta kilómetros y el fabricante indica que es legal en los Países Bajos, que últimamente han ido a por todas las que se fabrican y que en realidad son motocicletas camufladas de bicis e incluso con programas que permiten cambiar la velocidad máxima de veinticinco kilómetros por hora, que es europea, por velocidades superiores que se permiten en gringolandia y otros países tercermundistas. La bici cuando le hice la foto tenía que ser de paquete porque estaba impecable.