Después de haber ido al cine ocho veces a ver la película Origen ? Inception, en lugar de tener las cosas más claras lo que tengo es un montón de teorías diferentes con posibles explicaciones del final. Estoy seguro que cuando la vea un par de veces más tendré alguna nueva. Ahora que la mayor parte de mis amigos la han visto, las discusiones y las sesiones de pensamiento colectivo (brainstorming o como quiera que se traduzca) son fantásticas. Nos dejamos llevar por el hilo de la historia y buscamos el Origen de todo, iterando una y otra vez en niveles cada vez más profundos para tratar de comprender aquello que hemos experimentado a través de varios sentidos.

Parece que mi selección de amigos es más específica de lo que yo creía porque todos tienen en común el que adoran la película. Estoy hasta tentado de convertirla en la cerradura que abre la posibilidad de amistad: ¿Te gustó la película Origen? Si la respuesta es No lo puedo finiquitar con un ¡que te vaya lindo! y si la respuesta es Sí podemos pasar a la siguiente fase.

La película también me ha hecho prestar más atención a los sueños y he descubierto con horror que sí que puedo tener sueños aparentemente larguísimos en cortos periodos de tiempo. Hay días en los que me despierto alrededor de las seis y media y a partir de ese momento y hasta las siete y veinte que suena mi despertador, me duermo y me despierto con una frecuencia de entre cinco y diez minutos y en cada una de esas etapas parece que sueño y todas me parecen sesiones larguísimas. Seguramente lo influye la película.

En el origen de todo siguen estando los amigos y con ellos disfruto no solo de esta historia. Hacemos salidas fotográficas, paseamos, vamos al cine, al Café Cartouche a ponernos tibios a comer costillas, quedamos en el Oudegracht para tomar una cerveza al pie del canal y un día echo de menos a mi amigo el Turco y al día siguiente hay una oferta de billete de ida y vuelta a Estambul por ciento diecinueve eurolos y me compro un billete para ir a verlo el fin de semana después de volver de Gran Canaria. Una semana más tarde iré al Photokina, la mayor feria fotográfica del universo y en octubre existe la posibilidad de ir a Nueva York durante una semana con el Niño, que desde que volvimos de las vacaciones que hicimos juntos en Gran Canaria se ha enamorado de la que era la mujer de su vida y ha visto como le rompen el corazoncito porque ella lo único que quiere es follá y emborracharse. El sueño de cualquier otro hombre, una mujer que le hace ascos al compromiso y resulta que el totorota del Niño va y se enamora de la única que lo usa para tocar la zambomba. Espero que se le pase porque no me veo en Nueva York con este hombre en modo melodramático. Su caso es tan grave que cuando vimos Origen ? Inception me dijo que a él lo que más le gustó es que es una historia de amor ¡sic!

En estos días comenzamos a notar que el verano ya es historia. Se hace de noche más temprano, hace más frío por las mañanas y llueve en abundancia. El otoño llama a nuestras puertas y promete venir cargado de agua, setas y colores espectaculares.

En mi cabezón alguien ha plantado una idea, una idea sencilla pero terrible, una idea aterradora, que debo seguir aprendiendo idiomas, que tengo que avanzar y seguir adelante y comenzar con otro idioma ahora que acabé con el neerlandés. Esa semilla ha crecido dentro de mí como un tumor maligno y ya estoy mirando el folleto para ver si me apunto a italiano o japonés. El primero me gusta porque es como música en los oídos y me da la impresión que no tendré que hacer demasiado esfuerzo para hablarlo. Del segundo me atrae que en mi edificio hay como treinta comedores de cosas crudas con los que podría practicar sin problemas y eso es algo que no todo el mundo tiene. La idea sigue creciendo y ayer tenía sintonía italiana y hoy la acompaña música japonesa pero como no me la extraigan y bien pronto, me veo este otoño yendo a clases de uno de esos dos idiomas.

Esta mañana miraba la lista de los viajes y los kilómetros que estoy recorriendo este año en avión, otra de esas ideas que alguien implantó en mi tiesto y que han crecido y se han corrompido con el tiempo, haciendo que lleve listas de los productos que tengo que comprar, de las películas que veo, de las series que sigo, del consumo energético de mi casa y de mil cosas más y al ver el total de kilómetros me sorprendía que cuando vuelva de Gran Canaria la semana que viene ya habré superado el total del año pasado. A mí me da la impresión de ser alguien bastante estático y anclado en los Países Bajos pero los números no engañan y parece que voy de aquí a allá continuamente. Como mi ángel de la guarda lo ha notado, ha hecho que en el nuevo convenio colectivo de mi empresa hayan añadido el artículo diecisiete, punto cuarto que dice que puedo comprar quince días laborables al año por un precio inferior al que la empresa me paga por día trabajado y con eso ponen en mis manos un total de CUARENTA Y SIETE días laborables de vacaciones al año que puedo repartir como me salga de los mismísimos. Ya sé que la vida es dura y hemos venido a este valle de lágrimas a sufrir y a dejar que los niños se acerquen a los cuervos vestidos de negro pero al menos para mí, la vida es una tómbola ?? de luz y de color como si dijéramos.

¿En qué nivel de realidad estaré ??? ?? ¿o en qué nivel de sueño?