Encochinándome


Kreeften

Kreeften, originally uploaded by sulaco_rm.

Hay cosas que uno tiene que planificar con un montón de tiempo si quiere conseguirlas. Durante el mes de julio, en una de las cenas habituales con las que mi amiga la Chinita y yo sellamos nuestra amistad la convencí para ir a Ikea. Yo necesitaba algún cacharro para mi cocina y de paso comprar salmón y mermelada. Ella se resistía porque su hombre se lo tiene totalmente prohibido ya que es compradora compulsiva y él no quiere que le llene la casa de muebles que ni siquiera sabe montar. Cuando llegamos a la tienda, aproveché para hacerle unas fotos que me pueden venir bien si algún día la tengo que sobornar. Hice mis compras, la Chinita compró algunas cosas para esconder en el coche y colarlas en su casa de tapadillo y en la caja les pregunté por las entradas para la Fiesta del cangrejo o Kreeftenfeest. Tuvimos suerte y todavía tenían algunas disponibles así que invité a la Chinita a venirse conmigo el domingo 2 de septiembre a Ikea para una cena de gala y mucho glamour. El tiempo pasó, nos olvidamos de la cita y la semana pasada mi dispositivo mágico y maravilloso me avisó, así que acordamos vernos un rato antes del comienzo. Pasamos por la tienda de Ikea, compré un par de botes de cristal y después fuimos a la gigantesca carpa que pusieron en el aparcamiento y en la que se celebraba la fiesta. Por más que yo le dije a la Chinita que esto es un evento multitudinario y estremecedor ella no me creía así que casi se le caen las bragas al suelo cuando ve los cientos de personas que se sentaban en unas mesas enormes. La fiesta del cangrejo es una tradición de verano en Suecia y otros países nórdicos, aunque allí, como desconocen las lenguas superiores, lo llaman kräftskiva y en Holanda la llaman kreeftenfeest. Siguiendo la tradición, te suministraban un babero, un gorro de cartón, tenías tu propio y exclusivo mantel de papel y unas cutre-lámparas de papel, tal cual está especificado en el libro de estilo de este tipo de eventos (incrédulos mirar aquí: Fiesta del cangrejo). Además había música en vivo. Como los holandeses no son de comer estas cosas, la mayor parte de la gente eran nórdicos, africanos, sudamericanos y asiáticos, estando yo incluido en el grupo de los africanos. Además de cangrejos de río tenían quesos, panes, ensalada y algunas otras cosas y todo tipo de bebidas no alcohólicas incluidas en los diez leuros del bufete. Nos preparamos nuestros primeros platos de cangrejos y la foto corresponde al mío y nos sentamos a chupar los cangrejos, limpiarlos y comernos su carne. Repetimos en varias ocasiones y en total creo que me comí casi cuarenta cangrejos, varios trozos de queso, algún pan y una cantidad desproporcionada de zumos de naranja y una cerveza. La Chinita no se quedó atrás y comía como si hubiéramos pasado dos semanas de hambre y miseria y esta fuera la única comida del mes. Para cuando terminé, estaba tan encochinado que la barriga sobresalía y parecía que me había quedado preñado. Tras dos horas de comer sin parar trajeron los postres y me sacrifiqué y me comí una tartaleta y me llevé otra para desayunar.

Al salir de allí íbamos tan llenos que casi no podíamos caminar pero con mucho esfuerzo y abnegación nos dimos un paseo de una hora intentando bajar aquel encochinamiento. No funcionó y cuando la Chinita se fue para su casa, yo me tumbé a resoplar y sentir las pataditas de todos aquellos cangrejos que llevaba dentro. Dormí boca arriba por la imposibilidad física de girarme. La mañana del lunes estaba tan lleno que no desayuné y aún esa tarde no me apetecía comer aunque me forcé a comerme una ensalada. Engordé más de un kilo en esas dos horas pero no veas lo rico que estaban.

El año que viene repetiré. No me pierdo esta fiesta de la gula con cangrejos por nada del universo. ¡Que viva Ikea, los suecos y la madre que los parió! Pero eso sí, que no se corra la voz y vayan a pensar en Españislavia que estamos intentando mejorar nuestra patética calidad de vida. Nosotros a sufrir que para eso estamos en el norte y aquí cangrejos de río a tutiplén y allá en el sur ruina y más ruina pero con calidad de vida y sueldos miserables.

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6 respuestas a “Encochinándome”

  1. ¡Dios…qué bueno!… Lo que no entiendo es que en 2 horas te dé tiempo de comerte tantos cangrejos; ése es el tiempo en el que yo tardo en comerme uno. Me gusta tantísimo el marisco…que, cuando he acabado, en mi plato casi ni se ven las cáscaras.

  2. Pues yo paso olímpicamente de los bichos esos, no es que no me gusten pero me da igual, debe de ser por la variedad de viandas excelentes que tenemos en este paraíso de la calidad de vida (Te jodes…jajaja)
    Salud

  3. Por cierto, en mi tierra hay animalitos de esos y salmones a punta pala, además de unos quesos como el Cabrales, y una carne,una sidrina, mariscos de todo tipo, una fabada que pa que, y unas niñas… que los comequesos os cagaríais por las patas pa abajo, Asturias es la hostia!!!
    Salud

  4. Genín, yo soy de cerveza y vivo en el paraíso de la misma. Y el salmón, el de Suecia y alrededores. Para queso, si no es canario o de por aquí, no me provoca demasiado y si abres mi nevera verás que hay unos quince trozos de queso canario esperando que los consuma.

  5. A eso le llamais marisco??? y estais orgullosos?? eso es como cuando una vez en Barcelona en un curso una compañera me soltó «mira, para ti que eres gallega, hemos encargado unas empanadas»……… ehem….. la intención es lo que cuenta…. es como si a las bananas insulsas gigantes les dicen plátanos canarios….mmmmm, se parecen, pero como que NO. Cierto es que el precio ridiculo que le han puesto a la pitanza hará que sepa incluso mejor, pero es que yo soy de las Rías Baixas de toda la vida, así que comprendo pero no comparto esa idea de mariscada, que le voy a hacer!

  6. Virtuditas, encuentra el lugar en el que yo lo llamo marisco en la anotación … Genín es el que menciona esa palabra por primera vez. Yo hablo de cangrejos de río en la Fiesta del cangrejo, la cual es una tradición que comenzó en Suecia e Ikea ha extendido a algunos de sus mercados.